Cátaros en Teruel

Las cruces cátaras. Valderrobres y Ráfales



La cruz cátara no tiene el mismo significado que en el catolicismo. Los cátaros renuncian a adorar un elemento que fue instrumento de tortura. Para ellos, la cruz es un símbolo que han adoptado otras culturas antes que ellos y que se relaciona con los cultos solares. La cruz cátara es de color amarillo, en clara evocación del sol, con fondo rojo, como símbolo de fuerza y poder. Las doce terminaciones de sus extremos tienen que ver con las doce constelaciones de los signos del zodíaco que surcan los cielos. Se la conoce también como Cruz Occitana.

"El 12 es el número cósmico que se obtiene multiplicando el 4 femenino por el 3 masculino (3 signos del zodíaco en cada uno de los 4 cuadrantes zodiacales); aplicado a la estrella occitana, se traduce por los tres puntos en los que finalizan los cuatro brazos o extremos, rematados en 12 bolas llamadas perlas. El 12 está vinculado también con el elemento fuego –con lo que volvemos a los principios filosóficos de Zaratustra, cuya templos eran altares a la adoración al fuego-, consecuencia del producto de 2 x (tierra + fuego + aire) = 12 (al dar a cada uno de los tres elementos valor 2)". (Jesús Ávila Granados, La mitología cátara, ed. Martinez Roca) 

El 12 es un número sagrado en todas las culturas de la Antigüedad. Lo encontramos también en la Biblia: 12 apóstoles 12 hijos de Jacob, 12 tribus de Israel... En sus orígenes más remotos, la cruz, al estar compuesta de un palo vertical, simboliza la unión del cielo y la tierra (como los menhires), mientras que el palo vertical representaría la Tierra.

En Valderrobres encontramos una fuerte presencia cátara en las inmediaciones del Castillo: en un pared aparece como una piedra más una cruz cátara que seguramente tuvo otros fines (estela funeraria). Sus dimensiones son de aproximadamente unos 30 cm. de ancho y alto.


Cruz cátara incrustada en una pared cercana al Castillo de Valderrobres 

Pero ahí no queda la cosa. En el interior del recinto, aparecen dispersas diversas estelas funerarias. Posiblemente, la zona fue un cementerio medieval, aunque hoy es un parque público  en el que un recorrido de Vía Crucis y estas estelas nos recuerdan su pasado religioso.

El deterioro de algunas estelas es evidente, aunque se adivinan cruces cátaras y templarias.


En el interior del recinto en cuya pared exterior está la cruz cátara de más arriba, aparecen una serie de lápidas funerarias medievales, posiblemente de origen cátaro o calatravo.


Otras dos lápidas medievales del mismo recinto, con dibujos un tanto deteriorados. 

El recuerdo de la comunidad cátara que vivió en Valderrobres ha quedado grabado en la memoria colectiva de su gente. Las cruces de hierro del Vía Crucis del interior del recinto, realizadas en tiempos actuales, imitan cruces cátaras.
 
En el interior del recinto, las cruces de un Vía Cruces imitan cruces cátaras.




En el acceso al recinto, una cruz moderna imita a una cruz calatrava. 

"Otro testimonio claro lo encontramos en la fachada del mediodía del exterior de la iglesia parroquial de Ráfales; se trata de otra estela (…) que, extraída de una tumba, se utilizó igualmente como aparejo del muro de la iglesia en la ampliación que se llevó a cabo a finales del siglo XIII y comienzos del siguiente; el templo anterior, románico, de dimensiones mucho más modestas, se encuentra bajo los cimientos de la iglesia actual, como ha podido corroborarse durante las excavaciones recientes, donde aparecieron infinidad de restos." (Jesús Ávila Granados, Matarraña insólito, Viena Ediciones)