Camino de Santiago.


El Camino en Huesca y Navarra


El Camino en la provincia de Huesca. Mapa: Guía Michelín


LEYENDA DE SAN ADRIAN Y SANTA NATALIA

Comenzamos en Huesca con dos leyendas con regusto de cultos matriarcales, aunque convenientemente cristianizados. Una es la de Natalia, que da fuerzas a su marido para persistir en la fe cristiana, pese a las torturas a que es sometido.

Adrián era un centurión romano que conducía a la muerte a unos cristianos. Naturalmente, fue convencido por éstos de la verdadera religión y los dejó en libertad. Preso Adrián, fue torturado en presencia de su esposa Natalia (que anteriormente se había convertido al cristianismo), pero ésta, en lugar de quebrar la voluntad del mártir, le animaba a sufrir el martirio. Antes de acabar con su vida, a Adrián el cortaron las manos y Natalia pudo guardar una de ellas. A continuación, Natalia huyó con un grupo de cristianos en una nave que se vió azotada por una gran tempestad; milagrosamente, la mano de Adrián condujo la nave hasta puerto seguro. Un tiempo después, Natalia regresó a donde estaba sepultado su marido, puso la mano junto con el resto de cuerpo y a continuación murió allí mismo. La Iglesia la proclamó mártir.



LEYENDA DE SANTA OROSIA

La otra leyenda con sabor matriarcal es la de Orosia, que  se resiste a las pretensiones del caudillo musulmán, pese a las terribles pruebas que ha de superar; hay también una evocación del culto a las cabezas, muy practicado por los celtas, por cuando la cabeza de Orosia -mientras su cuerpo permanece en la catedral de Jaca- reposa en Yebra de Basa, escenario del martirio de la santa.

Orosia venía de su Aquitania natal  a contraer matrimonio con un noble godo en Toledo. Cayó prisionera de los soldados musulmanes en Yebra de Basa, pues aquellos eran los primeros años de la invasión musulmana de la Península, hecho que Orosia desconocía. El dirigente de los soldados, de nombre Aben Lupo, se enamoró de Orosia, pero ella no quería esposarse con el musulmán, pues habría de convertirse al Islam y abandonar su fe cristiana. El militar legó a asesinar al hermano y al tío de la santa, que formaban parte de la comitiva, en presencia de Orosia, para forzarla a cambiar de opinión; finalmente, también Orosia fue decapitada.

Tiempo después, un pastor vio cómo salían luces de una cueva y allí encontró varios cuerpos, entre ellos el incorrupto de Osoria. Entonces comenzaron los milagros. Como tanto Yebra como Jaca se disputaban los restos de la santa, se llegó a un acuerdo: Yebra guardaría la cabeza y Jaca el resto del cuerpo en una capilla junto al claustro de la catedral. Lo curioso de esta capilla, como señala J.G.Atienza, es que forma con la nave central una especie de llave, con lo cual se nos quiere decir que aquí se está guardando ‘algo’ que sólo se puede abrir con esta llave.

En realidad, el culto a Santa Orosia es la cristianización del culto a Cibeles, que tendría una gran difusión en la zona, como lo atestigua la enorme devoción existente aún hoy entre las gentes de la comarca:

“En este lugar se mantiene vivo el antiguo culto a Cibeles. Los devotos de Santa Orosia de Yebra de Basa en el Alto Gállego, inician cada año una procesión en la iglesia parroquial. Su función primordial es honrar y acompañar, en su anual peregrinaje al monte del mismo nombre, a la reliquia del cráneo de Santa Orosia en un busto de plata del siglo XV, y que recuerda en su forma y color a la "Piedra Negra" cibelina.

“La leyenda relata que cuando cayó la cabeza cortada de la santa, nació la fuente, un río que hoy nace en la misma ermita y recorre todo el camino de descenso desde el puerto de Santa Orosia, donde está situada la ermita, hasta la localidad de Yebra de Basa y luego desembocando en el río Gállego. Esta leyenda es una cristianización de la piedra y el agua siempre relacionadas con Cibeles.

“La procesión se acompaña, de igual forma que las antiguas procesiones de Cibeles, de los danzantes, animadores incansables de la tradicional romería de Santa Orosia que lucen trajes aderezados con pañuelos de seda cruzados sobre el pecho y vistosos sombreros de cintas de colores y flores y que se acompañan golpeando con fuerza sus palos de senera.

“Los habitantes de Yebra de Basa, de generación en generación, han sabido mantener y transmitir esta tradición y la de su romería, son los guardianes de una tradición antiquísima y que también puede ser reconocida en innumerables ciudades y pueblos de Hispania. (Carlos Sánchez-Montaña, EL TABLERO DE LA OCA, Internet)

El simbolismo de la oca también está asociado a Santa Orosia: "En la comarca altoaragonesa del Serrablo, en el Pirineo de Huesca, la presencia de la oca es bien patente. Concretamente en el pueblo de Allue, acurrucada en la ladera de mediodía de la montaña mágica de Santa Orosia, y sobre la orilla izquierda del Basa, se halla una modesta iglesia, mitad mozárabe, mitad románica; en su muro meridional, donde se abre la portada de acceso, aparecen grabadas en las piedras del aparejo exterior varias improntas que recuerdan la pisada de la oca, ave mítica de los arcanos medievales, portadora de las ciencias de ultratumba y emisaria de los poderes del Más Allá. No es extraño que sea en este enigmático valle del Pirineo oscense donde más abundan las pisadas de esta ave, como hemos podido admirar en dinteles, ábacos, capiteles, impostas o simplemente piedras exteriores de las iglesias medievales, al ser esta tierra el lugar en que se inicia una de los senderos colaterales del Camino de Santiago, antes de llegar a Jaca, tan relacionada con las fuerzas satánicas. El mismo nombre de la comarca, Serrablo, se traduce como Sierra del Diablo…" (Jesús Ávila Granados, La Mitología templaria, ED. Martínez Roca)

Santa Orosia. Foto: santanasabi.blogspot.com
 

JACA

La Catedral de Jaca se comenzó a construir a finales del siglo XI, teniendo una segunda fase de construcción en el siglo XII y modificaciones en los siglos XVI y XVII. Destacan las esculturas en capiteles, ménsulas, metopas, muros y basas, algunas reproduciendo escenas de la vida cotidiana. La decoración geométrica conocida como ‘ajedrezado jaqués’ se repite en todo el Camino, prueba de la influencia que tuvo esta Catedral en el Medievo. “En la puerta lateral de la catedral se encuentra tallado el patrón de una unidad de medida denominada vara jaquesa (medida de la época medieval equivalente a 77 cm). Esta unidad se utilizaba durante la Edad Media en el mercado ubicado en la plaza de la catedral para medir longitudes, y dicha unidad métrica fue usada en todo Aragón.” (Wikipedia, Internet)

Puerta principal. Foto: Wikipedia.


La catedral de Jaca tiene cúpula octogonal, la forma geométrica templaria por excelencia. El crismón de la entrada es quizá el más antiguo de Europa y fue imitado en muchos otros centros religiosos del Camino.  Una bandera blanca en lo alto de la catedral hace de amuleto protector contra las malas tormentas; cada año se cambia la tela de la bandera, que permanece en el altar mayor el Jueves y Viernes Santos, antes de ser colocada. Quizá tenemos aquí la evocación de un “esconjuradero”, de tradición milenaria (dolménica, celta…).

El crismón. Foto: fernando2009.wordpress.com


Santa Orosia, que tiene su capilla en la catedral, curaba a los endemoniados que le llegaban de todas partes de Europa.

Con la etimología del nombre de la ciudad se pueden hacer algunas conjeturas. "Jakim, en vascuence, vale por sabio. Fonéticamente no es muy difícil sacar de ahí Yago, Jacques, Santiago, Jacobo, Jaume, Jaime, James, Diego y otras variantes del prenombres apostólico. (…) Y si por añadidura nos percatamos de que el jalón inicial del primer Camino estaba en Jaca, topónimo derivado del latín Iacca y quizá del eúskaro iak (sabiduría), habremos fabricado un bonito caleidoscopio etimológico." (Fernando Sánchez Dragó, Historia mágica del Camino de Santiago, ed. Planeta)

El rey David con músicos. Foto: Wikipedia



SAN JUAN DE LA PEÑA

San Juan de la Peña alude a la dualidad de los hermanos que fundaron el monasterio. Una puerta de acceso al claustro hace las veces de los “lugares de paso” de las culturas dolménicas, pues que se perdonan nuestros pecados si la cruzamos

La tradición dice que en San Juan de la Peña estuvo el Santo Grial durante 300 años. El Grial es el cáliz de la Última Cena, donde José de Arimatea recogió la sangre de Cristo cuando fue crucificado. Antes de aquí, estuvo depositado en Roma; de allí fue traído a España, concretamente a la ermita del Loreto de Huesca, luego a la catedral de San Pedro el Viejo de esta ciudad (que parece que fue construida expresamente para guardar el Grial), más tarde a San Pedro de Siresa, San Adrián de Sasave, Jaca (dice la leyenda que también aquí  la catedral fue construida para custodiar el Grial) y, en 1076, a San Juan de la Peña, donde permaneció por 300 años. En 1399 el rey Martín el Humano lo trasladó a la Aljafería, en Zaragoza, y, en 1424 Alfonso el Magnánimo lo llevó finalmente a Valencia.

Cuenta la leyenda que el santuario fue fundado por dos hermanos mozárabes de Zaragoza. Un día, uno de ellos, de nombre Odón,  iba de caza por el lugar y cayó al precipicio bajo el que se ubica el monasterio en  la actualidad. Como el joven pidiera ayuda a san Juan, no sufrió daño alguno y aterrizó suavemente. Entonces descubrió el cadáver de un ermitaño de gran renombre, lo enterró, volvió a Zaragoza y convenció a su hermano Félix para que ambos fundaran un centro religioso en aquel lugar. Ya instalados, un ángel los alimentaba cada día; pero cuando se les acercó la hermana de un clérigo de la zona para darles alimento, el ángel se enfadó, lanzó el pan contra Odón, le rompió una pierna, y dijo que ya no volvería jamás. Es una forma como otra de denigrarla figura de la mujer y combatir las creencias matriarcales que deberían estar todavía muy presentes en la zona.

Antes de llegar a San Juan de la Peña, en la llanura, nos encontraremos con la ermita de San Caprasio, en la que aparece la figura del santo con un ramo de espigas en la mano.  En Santa Crus de las Sorores, siglo XI, destacaremos su crismón, al estilo del de Jaca.



Diversos aspectos del mnasterio. Foto:




El Camino en Navarra. Mapa: Guía Michelín


LOS  AGOTES

Es un grupo de gentes de origen desconocido que fue marginado por nuestra sociedad hasta el siglo XIX. La actividad en que más descollaron –la albañilería- puede emparentarlos con los grupos constructores de templos medievales conocedores de saberes prohibidos por la Iglesia.

Aislados en el Pirineo navarro, llevaban como signo distintivo y deshonroso una pata de oca bordada en sus vestimentas. Esto fue así hasta hace poco más de 100 años. Los pocos agotes que hoy quedan residen en Barrio Bozate, cerca de Elizondo. La discriminación que sufrían llegaba a límites increíbles: "algo tan pueril como lavar la ropa les fue negado; hasta mediados del siglo XIX no se les permitió la construcción de un lavadero comunal para que las mujeres agotes hicieran la colada; también se les negó la utilización del agua para el riego."(Jesús Ávila Granados, A través de la España oculta, Aladena editorial)

En el convento de Nuestra Señora de los Ángeles, de Arizkun, "la madre abadesa no permitió que ninguna novicia de origen agote vistiera los hábitos. Se daba el caso que los agotes que entraban en la iglesia a rezar u oír misa tenían que utilizar una pila distinta al resto, y sólo podían tomar el agua bendita con un palillo que luego servían para santiguarse; además, para seguir los servicios religiosos, debían colocarse debajo del coro, en un extremo de la iglesia, para pasar lo más desapercibidos posible. Enfrente, la iglesia de San Juan Bautista, cuya segunda puerta, destinada a la entrada y salida de los agotes, está cegada; esta iglesia se halla sobre otra anterior, de origen templario, derribada en el siglo XVI por orden de la Inquisición." (Jesús Ávila Granados, A través de la España oculta, Aladena editorial)

Siempre se les ha conocido por sus trabajos de albañilería.

 
Agotes en tiempos recientes. Foto: beretandboina.blogspot.com


LAS BRUJAS NAVARRAS

"Igualmente se mantuvo durante siglos el recuerdo de reuniones brujeriles, que abundaron entre los altos de Ibañeta y de Erro, provocando entre otros, la persecución de las brujas de la cueva de Mushilda, que tuvo lugar en 1525. Los peregrinos han olvidado ya estos hechos, pero no los pueblos del contorno, en algunos de los cuales aún tienen lugar fiestas en las que se danzan sones de aire hechiceril, bailados por personajes que aún reciben el nombre de ‘La Tupina’ –La Vieja bruja- y ‘El Atxo’, su compañero de aquelarre. En estas fiestas, aunque ya casi al borde del olvido, están presentes los aquelarres que se celebraban en  el ‘Prado de Zaldaín’ donde se dijo que los brujos llegaban sobre caballos blancos, con grandes músicas de rebeques. Y los entornos de esta zona están repletos de topónimos en los que se descubre ese recuerdo brujeril que sus propios habitantes han intentado olvidar, pero que sigue presente rememorando tiempos de sano paganismo abortado por la Iglesia. Por allí surge la tendencia herética de aquellos aquelarres y todavía se mantiene el nombre de términos rurales, como el llamado ‘Sorguiñazaga’, que nos lanzan de bruces sobre las sorguiñas –las brujas- que seguramente los visitaron y celebraron en ellos sus tenidas diabólicas." (Juan G. Atienza, Leyendas del Camino de Santiago, Edaf)


 El aquelarre, de Goya.


LEYRE

Es una de las mejores muestras del románico con que contamos en la Península. EL monasterio se comenzó a construir en el siglo IX. A destacar la cripta, así como el pórtico de la iglesia o ‘porta speciosa’, que es del siglo XII.


La cripta. Foto: Wikipedia


Cuenta la leyenda que el abad Virila salió un día a pasear por el bosque y oyó el canto de un pájaro que lo extasió de tal manera que no reapareció en el convento hasta al cabo de treinta años. A Virila ya no le conocía nadie, hasta que, mirando en los archivos, los monjes descubrieron que treinta años atrás el abad se había perdido y nadie supo nada más de él. La leyenda nos está contando un ‘viaje en el tiempo’ en el que la música de un pájaro sirve para entrar en un estado alterado de conciencia y, a fin de cuentas, estamos ante un relato sobre la teoría de la relatividad de Einstein unos cuantos siglos antes de que fuera formulada. El ser humano intuye muchas cosas que luego la ciencia nos va explicando.

 La ‘porta speciosa’. Foto: Wikipedia


Tampoco falta en Leyre el sello matriarcal. Es el caso de la leyenda de las santas Nunilo y Alodia, que data del siglo IX. Originarias de la zona de Barnastro, su padre se convirtió al Islam, mientras su madre y ellas permanecían en la fe cristiana. Las tres fueron martirizadas y sus restos fueron enterrados en el monasterio de Leyre.




SANGÜESA

La iglesia de Santa María la Real, del siglo XII, es un Pórtico de la Gloria santiagueño en pequeña escala. Presenta un Pantocrátor al lado de san Miguel, que pesa las almas antes de decidir su destino final (copia de la tradición egipcia), y la historia del noruego Sigurd, que mató al dragón. Abundan las esculturas con temas eróticos.


Santa María la Real. Foto: http://www.romanicoaragones.com


En cuanto a reliquias, esta iglesia no se queda atrás: "cabellos de la Virgen, un poco de maná del que se alimentaron los judíos en el desierto, el pellejo de San Bartolomé, oleo santo de la tumba de Santa Catalina, limo de la tierra de la que fue hecho Adán, madera del árbol done el ángel se le apareció a Abraham y lágrimas de Moisés transformadas en piedrecillas". (Juan G. Atienza, Leyendas del Camino de Santiago, Edaf)

En la parroquia de Santiago también encontraremos tierra del pesebre donde nació Jesús, del monte Sión, del monte Calvario y del lugar donde Cristo ayunó en Cuarema.



ZUBIRI

En vasco significa “pueblo del puente”. Y es que, en efecto, sobre el río Arga que lo cruza se construyó un puente que se le llamó de la Rabia, porque los animales que padecen esta enfermedad se curan pasando bajo alguna de las arcadas.

Es más, por el puente sólo pasaban las personas, mientras que los animales lo atravesaban dando una vuelta en torno al pilar central del mismo, pues allí actuaba Santa Quiteria para proteger al ganado.



FUENTE RENIEGA

Situada en la ladera del Monte del Perdón, hoy fuente de Gambellacos. La leyenda dice que el diablo se apareció a un peregrino que iba sediento y no encontraba dónde saciar su sed. El diablo le ofreció agua a cambio de renegar de Dios, pero el peregrino  lo rechazó. El diablo volvió a la carga, pidiendo esta vez al peregrino que renegara de la Virgen María, pero otra vez fue en vano. El diablo de nuevo le planteó renegar de Santiago, pero el peregrino no se rendía. Entonces el diablo desapareció entre una nube de azufre y comenzó a manar agua de una fuente. También se relatan varios milagros ocurridos en este monte.



OBANOS

Se mezclan en Obanos los cultos matriarcales, representados en la Virgen María con un racimo de uvas (la Madre Tierra que nos alimenta) con el culto a las cabezas (de origen celta), con el que se realizada un rito claramente pagano.

En esta localidad tienen lugar las fiestas de San Guillén. Consisten en una romería a la ermita de Arnotegui, donde yace el cuerpo del santo. Se guarda el cráneo de Guillén, que es exhibido por el cura, en un relicario de plata que tiene la forma de cabeza con un agujero en la parte superior, donde se vierte agua que sale por otro orificio en la parte inferior. Esta agua es milagrosa y cura muchas enfermedades.


La Virgen de la ermita de Arnotegui. Foto: web arte-historia-curiosidades.blogspot.com.es



PUENTE LA REINA

Sede de una encomienda templaria. La iglesia tiene dos nave, como imitando a una singoga, cosa harto peculiar en un templo católico. Destaca un enorme crucifijo del siglo XIV, de origen alemán, en el que la cruz es un troco de árbol ahorquillado en forma de Y griega o pata de oca. También aparece un crucifijo similar en las pinturas de las paredes. "La crucifixión sobre el árbol identifica al Salvador –sóter- con la figura de Atis, que en las celebraciones de los misterios frigios era identificado con un tronco. Por otra parte, la forma de Y griega se identifica con la letra ‘oid’ de la Cábala hebrea, correspondiente al décimo sefirá: ‘Malkut’, la Corona, que abarca a todos los demás y tiene como principio a Yavé en persona, aquel que únicamente se manifiesta mediante sus propias proyecciones, a través de las cuales se da a conocer la Evidencia Divina".(Juan G. Atienza, Leyendas del Camino de Santiago, Edaf).

"En Puente la Reina (Garés) –localidad navarra del fértil valle de Valdizarbe-, que se correspondería en el tablero del juego de la oca con la casilla 6, confluían cuatro importantes vías de peregrinación procedentes de Francia, como da fe la escultura de un peregrino con una frase lapidaria: “Y de aquí todos los caminos a Santiago se hacen un solo”. A las afueras de esta esotérica villa, famosa por su monumental puente –el puente de los Pontífices-, que salva las verdosas aguas del Arga, se alza una enigmática capilla, la iglesia del Crucifijo, que pasa un tanto inadvertida para muchos. En su interior, en una capilla o nave lateral, se venera una extraña imagen del Cristo en una cruz, que tiene la particularidad de ser un triple madero en forma de pata de oca, o de Y. Llegó a España desde Renania (Alemania) a comienzos del siglo XIV, por lo cual podríamos establecer en él otro de los vínculos que el Temple mantuvo con sus hermanos los teutones; recordemos que este templo fue el pionero en las construcciones templarias de todo el camino de peregrinación a Compostela en tierras hispanas. “Esta cruz no sólo constituye una horquilla, sino que el tronco central se prolonga por detrás de la cabeza de Cristo, adoptando, en realidad, la inequívoca forma de una pata de oca”, comenta García Atienza. Esta capilla, comenzada en cuadrado y que culmina en un cimborrio octogonal –el ocho, el número de la resurrección-, es lo único, junto con los restos de un pórtico, que se conserva del complejo monacal allí existente en la Edad Media, del que desapareció el hospital, levantado en la aldea de Murugurren –posteriormente englobada en la villa de Puente la Reina, tras la fundación de ésta- en el año 1142, en tiempos del monarca García Ramírez, quien le cedió los terrenos al primer comendador del Temple en la zona, fray Glisón. En un principio, este templo fue puesto bajo la advocación de una virgen negra, Nuestra Señora de los Huertos, cuya imagen desapareció durante los episodios de la Desamortización (1833), siendo sustituida luego por otra, igualmente románica, procedente de Urdánoz, pueblo del vecino valle de Goñi. Sobre el origen de este crucifijo, se han barajado muchas historias y leyendas; una de ellas asegura que está en Puente la Reina (Garés) por donación de unos peregrinos germanos, en agradecimiento a la hospitalidad recibida en esta población, al regresar de Compostela. No es casualidad, por lo tanto, que en la ciudad alemana de Colonia, concretamente en la iglesia de Santa María del Capítulo, existe un crucificado de idénticas características. Recordemos que la orden teutona guardó unas muy estrechas relaciones con los templarios. Otro enigma que surge al hablar de esta extraña cruz es que, detrás de ella, en el interior de un lienzo del ábside, aparecieron unas pinturas murales, realizadas en el siglo XIII por un tal Johan Oliver; en una de ellas aparece una crucifixión de similares características a la del Cristo que allí se encuentra sobre la pata de oca de madera, lo que confirmaría el hecho de que los templarios, a pesar de su suspensión oficial, tras el decreto de apresamiento y clausura de la orden, prosiguieron en el mayor secretismo la obra ocultista que tenían encomendada, lejos del tiempo y del espacio.

"El crucifijo de esta iglesia de Puente la Reina (Garés), por su singular riqueza simbólica, está vinculado, además, con las más ancestrales representaciones divinas de los cultos orientales; recordemos al Krishna hindú o a Attis, de los misterios frigios, por la crucifixión en un árbol. Además, en las coordenadas de las grandes religiones del universo, la Y griega, que sacrifica al redentor cristiano sobre la IOD hebrea, está vinculada con la décima letra del alfabeto sagrado –la ‘sefirá’ de la ‘Qabbalah’- que tiene como principio el mismo Yahvé, origen de todas las cosas, unión de los contrarios. La cruz, esta extraña cruz en su particular forma de pata de oca, eleva el sacrificio de Cristo a un estadio superior a Él mismo, simbolizando, al mismo tiempo, la esencia sagrada de la Arquitectura, con una mano de tres dedos inspiradora de las proporciones divinas del espacio." (Jesús Ávila Granados, La Mitología templaria, ED. Martínez Roca)
Otra leyenda de esta localidad se refiere al pájaro txori. Nos habla de un pájaro que aparecía cada cierto tiempo para limpiar la imagen de la Virgen que estaba en el puente y que era de difícil acceso. La llegada del txori era anuncio de que algo malo iba a ocurrir: guerras, muertes, pestes o sequías.



ESTELLA

Su nombre, tanto en vasco (Izarra) como en castellano, significa “estrella”. Y es que estamos en el Camino de las Estrellas. Otros puntos a lo largo del Camino con nombres como Aster o Astray tienen el mismo significado.



EUNATE

Posiblemente su iglesia es una edificación del Temple, pues en esa dirección apuntan los símbolos que contiene y su estructura octogonal. Llama la atención una crucifixión sin cruz en uno de los capiteles de la arquería.

El pórtico contiene una serie de figuras extrañas y otras de estrellas o planetas. Todo ello encierra un simbolismo que se nos escapa. Este pórtico es similar como imagen especular al del vecino pueblo de Olcoz: la leyenda nos habla de la rivalidad de dos canteros, uno de los cuales hace su obra con “la piedra de la luna” que la trae una serpiente y la ayuda del diablo y las brujas. La leyenda dice que el autor del pórtico de Eunate tuvo que ausentarse antes de acabarlo y fue sustituido por otro profesional que lo acabó con gran perfección; cuando volvió el primer cantero se enfadó y el encomendador templario lo retó a que acabara otro pórtico en tres días, que es lo que había tardado el sustituto. "El maestro de vio perdido, pero, dispuesto a mantener su honor, recurrió a una bruja que habitaba en las fuentes del vecino río Nekeas y ésta le dio la solución a su problema. Eran vísperas de San Juan, y el maestro escultor, siguiendo los consejos de la hechicera, se apostó en un remanso de la orilla del río hasta ver salir de él una enorme serpiente que acudía todas las noches sanjuaneras a bañarse en el río y que, antes de zambullirse en el agua, depositó en la orilla una piedra lunar que escondía en su boca. EL maestro esperó a que la serpiente se hubiera alejado siguiendo la corriente del riachuelo y, recogiendo la piedra, corrió frente al pórtico de Eunate, frente al cual había levantado previamente otro pórtico, pero sin labrar. Introdujo la piedra en un cáliz lleno de agua del Nekeas, y, colocando aquel objeto mágico bajo las piedras sin labrar, esperó a que la luna hubiera alcanzado su cénit. En ese momento comenzó a producirse el prodigio, y la piedra fue tomando forma casi sola bajo el buril del escultor y reproduciendo con toda exactitud los arcos, las figuras y las columnas del pórtico de Eunate. Sólo los nervios del maestro ante tal prodigio hicieron que aparecieran ligeras diferencias como las que en la actualidad se pueden apreciar. Y a la mañana siguiente la obra estaba terminada. Y cuando apareció por allí el viejo cantero local, vio reproducida su portada casi igual, pero invertida. Fue entonces cuando, encolerizado por la presencia de la copia, le atizó tan soberbia patada que la portada salió volando hasta caer en la vecina aldea de Olcoz, donde ha permanecido hasta nuestros días." (Juan G. Atienza, Leyendas del Camino de Santiago, Edaf)

Añadamos que en la aldea francesa de Bains, cerca de Puy-en-Velais, se levanta otro pórtico similar al de Eunate.



Iglesia de Eunate. Foto: www.arquitectura-antigua.es


SORLADA
Una ceremonia idéntica a la de Obanos tiene lugar en esta localidad con San Gregorio Ostiense. El agua que se pasa por el relicario en forma de cráneo es luego esparcida por los campos para asegurar las buenas cosechas y evitar las plagas.


 El cráneo de San Gregorio Ostiense.
Foto: lapasionporpozoalcon.blogspot.com


GAUNA

Aquí el santo es san Vítor, pero la ceremonia es la misma que en Sorlada y Obanos. La gente se lleva el agua en botellas y garrafas y aseguran que cura todos los males.


 Reliquia de San Vitor. Foto: Wikipedia