El Juego de la Oca.
 
 
 
EL POZO
 
El pozo se encuentra en la casilla 31. Si caes en el pozo has de perder 2 turnos., o que otro caiga en él y te rescate.

Puede simbolizar la caída en lo desconocido, pero que contiene agua, origen y sustento de la vida. Se sale del pozo cuando ha transcurrido un tiempo, cuando hemos tomado el agua y la energía suficientes y hemos superado nuestras flaquezas.
 

 
 

EL PUENTE
 
El puente se halla en las casillas 6 y 12. Cuando se cae en esta casilla se avanza o retrocede (según cuál sea de los dos puentes) al otro puente y se vuelve a tirar. Es el conocido “de puente a puente y tiro porque me lleva la corriente”.

El puente simboliza la transición, el paso de un estado a otro. El concepto de “entrar en la corriente” es budista y nos indica cómo, llevamos por el curso de agua, vamos sorteando las dificultades para llegar al destino final.
 
 
 
EL LABERINTO
 
El laberinto está en la casilla 42. Si caemos en el laberinto hemos de retroceder hasta la casilla 30. Es el conocido “del laberinto al 30”.

El laberinto aparece representado en algunas catedrales y templos góticos. El de Chartres es el más conocido. Nos indica las dificultades que encontraremos hasta llegar a nuestra meta. De la antigua Creta nos ha quedado el mito de Teseo y el Minotauro y su lucha en el laberinto.
 

 

Senet, antecedente egipcio del Juego de la Oca


 
 

LA CÁRCEL
 
La cárcel está en la casilla 52 y nos hace perder 3 turnos.

Puede simbolizar lo negativo, aquello de lo que no podemos salir hasta que alguien nos ayude.
 
 



LA POSADA
 
La posada se encuentra en la casilla 19. Si caes en esta casilla, has de descansar un turno.
En la posada reponemos fuerzas para seguir el camino con más energía. Hay que parar para poder avanzar.
 
 
 
LOS DADOS
 
Los dados se encuentran en las casillas 26 y 53. Cuando se cae en la casilla de los dados, se va a parar a la otra y hacemos una nueva tirada. Es el conocido “de dado a dado y tiro porque me ha tocado”

Los dados, asociados con la suerte, simbolizan el destino que guía a quien hace el camino.
 
 
 


 


LA CALAVERA
 
La calavera está en la casilla 58. Si caes en esta casilla has de volver a empezar desde la casilla 1.
 
“La significación más profunda de la Muerte es la que se vincula al simbolismo del “Guardián de la Puerta”, el “Glotón” o “Monstruo Andrófago”, un símbolo de variadas formas que se encuentra representado a menudo en las puertas de los templos de las culturas más diferentes, incluido el arte románico europeo, donde con frecuencia adopta los rasgos de una cabeza de león, o usualmente, como dos leones que flanquean la entrada al espacio sagrado, y cuya versión más primitiva constituía una estilización de un cráneo humano.

“Vinculado con la idea de la puerta, cuya función además detenta, Coomaraswamy dice que ese rostro, “es verdaderamente la “Faz de Dios” que a la vez mata y vivifica (no es exactamente una “calavera”, es decir, la “cabeza de un muerto”, sino que es “la cabeza de la Muerte”, o sea la de Mrtyu, otro de cuyos nombres también es Kâla.”, que es también el “Tiempo devorador” (y aquí hay una indicación que explica la relación de Saturno con la muerte), la Muerte representa “la vía única por la que todo ser ha de pasar necesariamente, presentándose así como el “Guardian de la Puerta”, que debe franquear para liberarse de las condiciones limitativas de la existencia contingente y manifestada.” (Antonio Páez, EL SIMBOLISMO DEL JUEGO DE LA OCA, http://www.viajesconmitia.com/el-simbolismo-del-juego-de-la-oca/)
 
“Estos dos itinerarios simbólicos son los que puede seguir el ser humano en su proceso de liberación gradual, y son descritos de esta forma en un pasaje de la Bhagavad-Gita: “Voy a enseñarte en qué momento (…) los que tienden a la unión dejan la existencia manifestada, sea sin retorno, sea para volver a ella. (…) Estas son las dos vías permanentes, una clara, la otra oscura, del mundo manifestado; a través de una no hay retorno (la que conduce al centro, a la “salvación”); a través de la otra se vuelve hacia atrás (al mundo manifestado, al inicio de la espiral)” (Bhagavad-Gita, VIII, 23.26).Los mitólogos griegos nos dicen que los dioses tomaban esta vía para dirigirse al palacio de Zeus, y que los héroes la seguían igualmente para entrar en el Olimpo.

“Estas dos vías, llamadas en el Vedanta Pitri Yana y Deva Yana, o “Puerta de los Hombres” y “Puerta de los Dioses” en la traducción que Homero hace en su Ilíada al describir el “Antro de las Ninfas”, corresponden igualmente a las de las Puertas de los templos del románico occidental, en las que el Cristo Cronocrátor separa a los Condenados de los Elegidos, cuyo significado, vinculado al del Jano bifronte y las Puertas solsticiales, y por lo demás uno de los más complejos del simbolismo tradicional, redunda en los conceptos de la Dualidad Cósmica y la doctrina de los ciclos”. (Antonio Páez, EL SIMBOLISMO DEL JUEGO DE LA OCA, http://www.viajesconmitia.com/el-simbolismo-del-juego-de-la-oca/)
 
"Hemos de aclarar que, si bien el símbolo de la muerte es uno de los más relevantes en el Juego de la Oca, como justamente ha sido observado, ello no implica que haya de ser contemplado como el objetivo final del mismo, y su posición en el tablero así lo indica expresamente; el “arcano sin nombre”, como reza la lámina XIII del Tarot, se halla en la casilla 58, y no en la viñeta final, situación que le correspondería de ser efectivamente la “meta” del juego. (…)

"El significado general, en el Juego de la Oca, de la Muerte, es análogo al del laberinto o la espiral, y ello por dos razones simbólicas, la primera de las cuales se refiere al valor “apotropaico” o de defensa que hemos observado en los trazados laberínticos, en los encuadres, las espirales y los nudos, que con este propósito de protección mágica se representaban en los muros de las casas. Como la casilla de la muerte, el laberinto y la espiral “permiten o vedan, según los casos, el acceso a determinado lugar donde no todos pueden penetrar indistintamente”, lográndolo únicamente los que están “cualificados” ; esta idea de “selección” conviene además al sentido de las “pruebas iniciáticas”, de las que la espiral misma no son sino una representación, y no la iniciación en sí misma, que sólo puede tener lugar en el Corazón del Antro Iniciático, en el Centro del laberinto, en la meta final, que se presenta así como un lugar resevado a los “escogidos”." (Antonio Páez, EL SIMBOLISMO DEL JUEGO DE LA OCA, ).

 
 

 
Disco de Faistos, antecedente cretense del Juego de la Oca.
 
 

LA CASILLA 64
 
La última casilla o Jardín de la Oca corresponde a  la 64, aunque no está numerada como tal.

La llegada a la meta final se entiende como la entrada en el Jardín primigenio o, para los católicos, una especie de Paraíso Terrenal. "Así como los esponsales entre Zeus y Hera se desarrollaron en el Jardín de las Hespérides, hemos visto que en el Juego de la Oca el encuentro de los amantes se produce igualmente en un Jardín. Esta idea, que se vuelve a encontrar en los “laberintos de amor” tan extendidos entre 1550 y 1650, es de un lado la de la propiciación de la fecundidad y de otro lado la del jardín laberíntico como lugar de intrigas eróticas, y corresponde al concepto del Centro como lugar de los “opuestos coincidentes” que (...) es uno de lo símbolos fundamentales del Juego de la Oca. En éste, el centro se representa como un Jardín, y como tal se identifica con el con el Paraíso Terrenal, del que se dice que era “un Jardín cultivado por Adán”. También aquí se mantiene cuanto dijimos a propósito del Huevo del Mundo y las dos espirales descendente y ascendente, de modo que la expulsión de la pareja Adán-Eva del Jardín del Edén da lugar al origen del mundo y el regreso al estado edénico original, a través de la reunión de las dos mitades del andrógino, determina el regreso al Pardés, a la Unidad Primordial indiferenciada."  (Antonio Páez, EL SIMBOLISMO DEL JUEGO DE LA OCA)