Monasterio de Santes Creus.


Retablos de la iglesia
 
 
 
Retablo de la Verge del Consol
 
 

Este retablo debe ser del siglo XVII.  No presenta nada extraordinario, a no ser por las posiciones de las manos tanto de la Virgen como del Niño Jesús: la mano derecha de la Virgen y la izquierda del Niño, al juntar los dedos pulgar e índice, nos presentan una postura de yoga (la meditación) y la mano derecha  del niño tiene la postura de yoga del Pran Mudra (energía). Asombroso.
 
¿Pueden ser estas imágenes reflejo de la leyenda por la que Jesucristo pasó varios años en la India?
 
 
 
 
El antiguo retablo del altar mayor
 
El actual retablo barroco del altar mayor es del siglo XVIII, obra de Josep Tramulles, que sustituyó al anterior, gótico, de Guerau Gener y Lluís Borrassà, entre 1407 y 1411, con unas dimensiones de 4.6 x 5 metros.

 De Wikipedia obtenemos las imágenes que vienen a continuación:
 
 

Antiguo retablo gótico del altar mayor
 
 

Detalle del Retablo. San Juan en la parte alta y nacimiento del Niño Jesús. El  aspecto femenino de San Juan en realidad podría encubrir a la imagen de María Magdalena, como sucede en otro retablo de este mismo monasterio.
 
Quizá fuera éste otro motivo de su sustitución por un retablo barroco, además de tapar el texto inscrito en el rosetón. A pesar de ser unas de las muestras más destacables del gótico catalán, el retablo fue dividido y llevado una parte a la Guardia dels Prats, un barrio de Montblanc, y otra a la ermita de la Verge dels Prats. Es un intento claro de romper la unidad del retablo y esconderlo. Finalmente, en el siglo XX, y tras pasar por manos privadas,  las dos partes del retablo acabarían una en el Museu Nacional d’Art de Catalunya y la otra en la Catedral de Tarragona.
 
 
 
 
 
Retablo de María Magdalena (siglo XIV)
 
 
 

Este es el conjunto del retablo. Falta el cuadro central. Desconocemos el motivo.
 

La última cena. Aparece María Magdalena, aunque en una posición un tanto denigrante, al lado de unos perros, indica su fidelidad a la doctrina de Jesús (suponemos que hay formas más dignas de representar esta idea, pero  estamos en la Edad Media). No es habitual que María Magdalena aparezca en los cuadros de la última cena. Curiosamente -y no sabemos por qué- son 11 los apóstoles, además de María Magdalena. Curiosamente, en el famoso cuadro de Leonardo da Vinci, si admitimos que una de las figuras es la de la Magdalena, falta igualmente un apóstol de los 12 que nos dice la Biblia.
 

Figura de María Magdalena. Se ve claro que está embarazada y que le falta poco para dar a luz.
 

Cristo resucita y se presenta a María Magdalena. Con ésto nos revela que es el personaje más cercano. El embarazo ya no es tan evidente como en el cuadro anterior.
 
 
 
 
 
Retablo al lado del altar mayor
 
 
Siguiendo con el tema de María Magdalena, aquí tenemos otro indicio:
 

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María Magdalena abrazando a Cristo crucificado, en una actitud que cuadra perfectamente con el hecho de que sea su esposa. De no ser así, no es posible tal grado de familiaridad.
 
 
 
 
 
El retablo de San Juan
 
 

Seguiremos aquí las investigaciones de José Luis Giménez en su obra "El legado de María Magdalena", donde hace un trabajo realmente admirable.
 
El aspecto femenino de Juan es muy evidente, con lo que parece representar más bien a una mujer, y esta mujer ha de ser María Magdalena, a la que está dedicado el resto de pinturas del retablo. Observemos que con la mano derecha está haciendo la figura del Pran Mudra (energía).
 
 
 Debajo de la figura de Juan Bautista - María Magdalena aparecen 7 iconos, 4 dedicados a María Magdalena y 3 dedicados a Jesucristo (nacimiento, crucifixión y descendimiento de la cruz). Otra vez se juega con la numerología del 7 como 4+3 (lo terrenal más lo espiritual).

 En el icono central, que representa la crucifixión de Jesús, encontramos a María Magdalena en estado de avanzado embarazo, al lado de Juan y la Virgen María.
 
 
Según las leyes judías, únicamente los parientes podían tocar a un muerto; por lo tanto, tiene que haber una relación de parentesco entre Jesucristo y la Magdalena, que sólo puede ser la de matrimonio.


 
Otro icono nos presenta a María Magdalena con dos hijas que parecen gemelas.
 
Añadiremos al estudio de José Luis Giménez dos puntos:
 
a) el pequeño dragón encima del cáliz. El dragón o serpiente es un símbolo matriarcal desde la prehistoria; la serpiente es uno de los animales más importantes en las antiguas culturas pues vive bajo tierra (está en contacto íntimo con la Diosa Madre) y muda su piel (evoca lo eterno, pues da la impresión de que nunca muere). El dragón está encima del cáliz, que contiene la sangre de cristo. ¿Estamos ante la leyenda del Santo Grial?
 
b) los cuatro iconos de la parte inferior representan cuatro actitudes de María Magdalena, que son los pilares de un sistema de creencias: la justicia (la Magdalena con una espada), la caridad (o el cuidado de sus hijos), la esperanza (de nuevo María Magdalena embarazada y con una rama en la mano: la continuidad de la raza humana y del ciclo agrario) y la fe (la Magdalena, embarazada, con un crucifijo: la creencia en la doctrina de Jesucristo).
 

María Magdalena en la esperanza y en la fe.
 
El retablo data de 1603. Nada se sabe de su autor.