Monasterio de Santes Creus.


El Claustro

El claustro gótico data del siglo XIV. Se cree que el maestro constructor fue Reinard des Fonoll. Jaume el Just y Blanca d’Anjou impulsaron la obra. Con el tiempo, muchos nobles catalanes buscaron su enterramiento en torno al Claustro, con que éste hace también las veces de necrópolis.

El claustro posee abundante decoración en los capiteles y frisos de los pilares, lo que contradice el espíritu del Císter, que rechazaba tales manifestaciones. Esto acentúa aún más el carácter simbólico de estas manifestaciones, pues Bernardo de Claravall –fundador del Cister- había sido tajante en el tema:

“Prohibición absoluta de tener esculturas. En cuanto a las pinturas, se permite únicamente tenerlas sobre las cruces, y a la vez no pueden ser de otro material que no sea madera” (Bernardo de Claravall, Capítulo XXXVI).

Varios capiteles reproducen motivos paganos que fueron habituales en la Edad Media, como la fiesta del asno y las críticas sociales. Asimismo, destaca la abundancia de cabezas, lo que evoca el culto a las cabezas que proviene de los celtas y que llega hasta los templarios en la figura de Bafomet. Para los celtas la cabeza es la portadora del alma, la base de la inmortalidad, cualidad que se transmite a quien la posee. Los celtas colocaban las cabezas cortadas en las puertas de sus casas; en este caso, las cabezas están colocadas en los capiteles de un claustro. Destacamos varias figuras de "hombres verdes", tal como indicamos más abajo.


Un burro entre un soldado y dos monjes revolcándose (un monje le hace cosquillas en un pie al otro). En la Edad Media se celebraban fiestas (aquí hay una referencia clara a la “fiesta del asno”), donde se hacía crítica social: en este caso no quedan bien parados ni los militares ni los monjes.


Al otro lado del capitel, una monja o una mujer casada toca la gaita (que no deja de ser un objeto fálico), completando la escena de sátira social.


El músico también forma parte de mundo festivo y de crítica social medieval.


En la misma línea, un violinista al lado de un león.


Parodia del rico y poderoso: la bolsa de dinero, la espada y el cuerpo de buitre. Un capitel muy avanzado para su tiempo. Al hombre rico se le representa con la bolsa del dinero, una espada y cuerpo de buitre. No puede estar más claro. El rico es un buitre, entendido aquí como animal carroñero, que se alimenta sobretodo de seres muertos- El buitre simboliza la avaricia y la crueldad. El rico defiende sus riquezas con la espada, idea que no deja de sorprender en la Edad Media, cuando se considera a la guerra como algo natural y una actividad económica y social más.



Mono guerrero con una pata de caballo como arma. Burla de los señores de la guerra.


Burro muerde a cabeza alada, que saca la lengua- Posible alegoría a la necedad.


Por ser ave nocturna, se le relaciona al búho con la muerte. Es así para mayas, egipcios y romanos. Los celtas creían que los búhos ululaban por la noche para avisar del peligro o conducir las almas al más allá. En la Edad Media el búho tiene que ver con las brujas y los maleficios: si un búho se posaba en un tejado alguien moría al poco tiempo.

Los egipcios también asocian el búho con la sabiduría. Lo mismo que los chinos y las religiones del norte de Europa, por la cualidad de este animal de observar las cosas con mucha concentración y atención. Los griegos relacionan el búho con Atenea, diosa de la sabiduría y la guerra. Si un búho vuela sobre las tropas, es señal de victoria. El búho fue el símbolo de los Illuminati de Baviera.





Cabezas creando a la Naturaleza (los vegetales), que le salen por la boca. Es un acto de creación del mundo claramente pagano. Estamos ante la tradición de celta de los "hombres verdes"; nada que ver con el Cristianismo: se le representa abundantemente en Inglaterra y también en Francia (en la catedral de Chartres hay más de 70 imágenes de esta figura) y Alemania, aunque se les colocaba en lugares no muy visibles en las iglesias, no como aquí en Santes Creus, donde tienen un lugar destacado en el Claustro.


 Un ángel con aspecto de animal. Posible referencia a un ángel caído o bien a un mensaje moralizante (los que parecen ángeles pero en realidad son bestias infernales) o bien una representación satirica. A su lado, un "green-man" u hombre verde, personajes con vegetales saliendo de la boca, representación del proceso de creación del mundo, el ciclo eterno de renovación-creación de la Naturaleza.


Ángel o personaje con vegetación en la mano. Otra alusión pagana al acto de creación de la Naturaleza.


Flor de lis. Símbolo de la Madre Tierra desde la Antigüedad y figura abundantísima en Santes Creus. Aparece en la puerta del templo de Ishtar, en Mesopotamia, en las imágenes de la diosa fenicia Astarté (equivalente a Ishtar o a la hebrea Ashera), o en el mexicano Teotihuacán. Se incorpora como símbolo de Francia en el siglo XII, con lo que es difícil suponer que las flores de lis de Santes Creus obedecen a alguna influencia francesa, pues el enfrentamiento entre la Corona Catalano-aragonesa y Francia se mantiene a lo largo de la Edad Media.

Lo que sí es cierto es que las flores de lis aparecen en el escudo de la casa de la familia de Blanca d’Anjou, pero ello no justifica que un símbolo de la reina –al fin y al cabo una persona secundaria en una corte medieval, cuya única finalidad es parir herederos de la Corona- “inunde” todo el monasterio. Además, la casa de Blanca d’Anjou es napolitana, nada que ver con Francia; si seguimos por este camino, el lío es descomunal: el símbolo de Francia, impuesto por una italiana en un monasterio catalán…. realmente absurdo. Se puede entender que se incorpora el escudo de una casa nobiliaria (y recalquemos que la flor de lis es sólo una parte del escudo de los Anjou) cuando el matrimonio supone la alianza de dos reinos en condiciones de igualdad (sería el caso de los Reyes Católicos), pero es absolutamente inhabitual que la reina mantenga el simbolismo de su casa frente al simbolismo de la casa de su esposo el rey.

Pero no hay que de dejar pasar por alto que Blanca d’Anjou se hizo enterrar con la lengua de María Magdalena (la lengua, es decir, el símbolo de transmisión de una forma de pensar), con lo que parece una defensora de la leyenda provenzal y la proliferación de flores de lis sería una consecuencia. Realmente, la enorme cantidad de flores de lis en Santes Creus da que pensar que no es un hecho casual. A lo que hay que añadir las estrechas relaciones de Blanca d’Anjou con Arnau de Vilanova y Ramon Llull, coetáneos suyos, que destacaron, entre otras muchas cosas, por sus conocimientos de alquimia y sus creencias alejadas de la ortodoxia católica. Seguramente la reina y estos personajes son los verdaderos autores intelectuales -directos o indirectos- de las modificaciones góticas en el Monasterio de Santa María de Santes Creus. Ramón Llull escribió en su "Liber de adquisitione de Terra Santa" que “quizá haya entre los cristianos muchos secretos, uno de los cuales podría causar una increíble revelación, justo como la que está emergiendo de los templarios” (Liber de adquisitione de Terra Santa). Y creemos que ese secreto -el de María Magdalena como esposa de Jesús y el de una visión diferente de la doctrina de Jesucristo- se desvela en el Monasterio de Santa María de Santes Creus.

Para los masones y los alquimistas la flor de lis tiene gran importancia. El cristianismo asocia esta flor a la Virgen María (sustituta de la Madre Tierra); también brotó del bastón de José como señal de que era el elegido.

"La flor de lys, sinónimo de pureza y virginidad; elemento simbólico tomado de Egipto, en que representó la resurrección y la vida, además de ser el atributo del dios Horus. La Biblia indica que esa flor formaba parte de los ornamentos de los capiteles en el palacio de Salomón. En Alquimia, y según Fulcanelli, simboliza el Azufre filosofal.

"Son muchos los estudiosos que opinan que dicha flor ha sido una transformación del signo utilizado por los maestros constructores, que no es otro que el de la Pata de Oca,  símbolo de Melusina, la diosa de pies palmípedos que más tarde se convertiría en símbolo de la realeza." (Xavier Musquera, Un viaje por la historia de los templarios en España, ed. Santos Rodriguez)

Dos animales en actitud amatoria. Una de las pocas muestras de erotismo de este claustro. Anteriormente, el “románico erótico”, característico sobretodo de las provincias de Santander, Palencia y Burgos, es la muestra de que la vida sexual es estas épocas era mucho más libre de lo que nos han querido hacer creer.



También incluiríamos a la sirena en los temas eróticos. Es una figura muy habitual en los centros religiosos ya en el Románico. El símbolo es muy conocido en Grecia: las sirenas atraen a los hombres con sus cantos y los llevan a la perdición. “El canto de las sirenas son las palabras de las mujeres mundanas” dice Bernardo de Claravall. Para la Iglesia católica, es la imagen de la mujer como origen de todo mal.


 Pelícano. Es un ave sagrada desde las culturas primitivas y de una forma muy destacada entre los celtas. En el cristianismo representa a Jesucristo, pues se creía que este animal alimentó a sus crías con su propia sangre cuando otros animales (o él mismo, según las versiones) destrozaron y mataron su descendencia. También se dice que el pelícano murió por dar de comer a sus hijos. Los cátaros, los templarios y posteriormente los masones también lo incorporaron a su simbología. 

“El pelícano era un ave tan clara como el Sol y seguía al astro rey en su trayectoria. Por tanto, a menudo dejaba solos a sus hijos en el nido. Fue durante su ausencia cuando intervino la Bestia diabólica. Cuando el pelícano regresó, encontró a sus hijos despedazados. Enseguida los curó y los resucitó. Peor como los pelícanos habían sido muertos y resucitados varias veces, su padre decidió un día ocultar su luz y permanecer a su lado en las tinieblas. Cuando llegó la Bestia, la venció la puso fuera de combate” La leyenda del Pelícano, según la interpretación hecha por la Inquisición del mito cátaro.
 

"La creencia de que el pelícano alimentaba a sus crías con su propia carne y sangre se mantuvo durante los siglos medievales; por ello, es fácil que se mantuviera una estrecha analogía entre el comportamiento de este singular animal –cuya vida está relacionada con los elementos agua, aire y tierra-, y el sacrificio de Cristo y, al mismo tiempo (…) con su resurrección.

"(…) Para los alquimistas medievales, el lenguaje simbólico del pelícano guarda una estrecha relación con la piedra filosofal, porque, para alcanzar la transmutación, es preciso pasar por la muerte.


"Los cátaros veían en los pelícanos la materialización de los dos grandes valores que encarna la figura del pelícano: la abnegación y el sacrificio por los demás." (Jesús Ávila Granados, La mitología cátara, ed. Martinez Roca)



La oca, al lado de un gallo y un pelícano (al otro lado del capitel). La oca encierra una simbología tremenda desde la Antigüedad (Egipto, Babilonia, Roma…). Es la personificación de la Sabiduría, muy relacionada con la Madre Tierra, pues domina la tierra (camina), el agua (nada) y el aire (vuela). El juego de la oca era una juego sagrado basado en la numerología: 64 casillas (8 veces 8), de las que 63 están numeradas (6+3 = 9, el número de la Madre Tierra). Desde Antigüedad y hasta cátaros, templarios, masones y alquimistas, la oca es un animal sagrado debido a que se relaciona con 3 elementos: agua (la oca nada), aire (la oca vuela) y tierra (la oca anda por la tierra).

En la tradición chamánica, “en el ritual del sacrificio del caballo y la ascensión chamánica en el Altai, relatado por Radlov, el ánsar sirve de montura al chamán para perseguir al alma del caballo. A menudo es una oca y no un caballo el que sirve de montura al chamán altaico, para regresar de los infiernos, después de su visita al rey de los muertos.” (Jesús Ávila Granados, La Mitología templaria, Ed. Martínez Roca)

En Egipto, el alma de los faraones tenía forma de oca. Se sacrificaba una oca a Isis (diosa que recoge las creencias prehistóricas en la Madre Tierra). Cuando era nombrado un nuevo faraón, se soltaban 4 ocas en las 4 direcciones de los puntos cardinales.

En Grecia aparece en una copa de siglo V a.n.e. una Afrodita (referente de la Madre Tierra) sobre una oca, como hará Lohengrin en los siglos medievales. Orfeo regresaba cada año de los infiernos en una carroza tirada por ocas para poner en marcha el ciclo anual de la Naturaleza (una explicación mítica del ciclo agrario).

En Roma es conocida la historia de las ocas cuyo canto alertó de un ataque de los galos en el 390 a.n.e. Estas ocas custodiaban el templo de Juno. “Se sabe que los romanos sacrificaban ocas en honor de Príapo (dios de los jardines y de los huertos), al que igualmente se le rendía culto como protector contra el mal de ojo, de ahí que estuviese provisto de un sobresaliente pene.” (Jesús Ávila Granados, La Mitología templaria, Ed. Martínez Roca).

En la tradición hebraica tenemos el caso de la reina de Saba, cuyo pie izquierdo era una pata de oca. En la Edad Media, el rey godo Eurico se casó con Pedauque (“pie de oca”), mujer de grandes cualidades y en realidad evocación de la Madre Tierra. La esposa de Raimundo de Poitou, de nombre Melusina (Madre Lusina) mudaba sus pies en patas de oca según las fases de la luna; el conde tenía prohibido mirarla a los pies, pero un día vulneró su juramento y su esposa desapareció para siempre. En España existe la tradición en una mora con pie de oca como compañera de un caballero cristiano.

En los celtas, la oca era simbolizada por su pata, que deja una huella parecida al tridente de los dioses del mar. Las ocas eran portadoras del conocimiento divino y de los mensajes del otro mundo, vinculaban el mundo terrenal con los infiernos.

En Oriente, el cisne sagrado o “Hamsa” está relacionado con el dios creador “Hamsa-Vâhana” (Vehículo del Cisne). "En la tradición religiosa de la India, el Huevo del Mundo es incubado por Hamsa, una oca sagrada, encarnación del bodhisattva Siddhârta en los jatâka y montura del dios Brahma, que como tal aparece con frecuencia en la iconografía y la escultura ornamental. Las hamsa son también símbolo de las almas que ascienden a las divinas mansiones. En el mito hindú, el huevo cósmico, incubado por la oca Hamsa, se separa en dos mitades para dar nacimiento al cielo y la tierra (la polarización del andrógino, las dos series septenarias de ocas) Así el Brahmânda hindú se separa “en dos semiesferas de oro y de plata”, el huevo de Leda da nacimiento a dos Dióscuros, Cástor y Pólux, dos gemelos, uno mortal (jivatma) y otro inmortal (Atma). El huevo primordial del shinto se divide en dos mitades, una ligera y una densa (cielo y teirra);etc. La palabra Hamsa, en sánscrito, designa además al Hálito divino (que también se asocia a la Creación y la Disolución del Mundo) y a la casta única anterior a las cuatro castas diferenciadas de la sociedad tradicional hindú." (Antonio Páez, EL SIMBOLISMO DEL JUEGO DE LA OCA.). En China las ocas relacionaban el cielo con la tierra. "El budismo utiliza la imagen de la espiral como un símbolo del camino de desarrollo aunque en este caso la espiral, llamada las doce nidanas positivas, va desde estados de mínima claridad y compresión (comprender la verdadera naturaleza de dukkha) hacia estados de mayor claridad y realización, y así hasta la iluminación misma. Mientras que en el caso de la oca, aunque se mueve en espiral y en ascensión también contempla la posibilidad de caer en varias vicisitudes que nos harán retroceder, quedar varados, caer en un pozo etc. etc." (Saddhakara, El juego de la oca y la vida espiritual).

En el Camino de Santiago es corriente encontrar el símbolo de la pata de oca con tres líneas, sobretodo en dos zonas: la Rioja (Rioja = río de la oca, montes de Oca, etc.) y el Bierzo en León, y, además, podemos encontrar numerosos lugares que hacen referencia a este animal, así como al ganso y al ansar. El río Oja dio nombre a la comarca: la Rioja. Con toda seguridad “Oja” deriva de “oca”. Por si fuera poco, el río está en los montes de Oca. "Hay un Río Oja que da Rioja; saben los fonetistas (…) que entre el sonido velar ca y el gutural ja media un breve desliz articulatorio. Otro río Oca fluye en los Montes de Oca. Existe un Ocón al oeste de Astorga y un Puerto de Oca en la ribera del Tambre (que va a dar, por cierto, en la ría de Noya o de Noé). Y atrás, junto a Pancorbo, quedó ese Nanclares de Oca que tan triste y efímera notoriedad alcanzara al término de la guerra civil… Nos sorprende leer en el Poema de Fernán González que el culto jacobeo llegó a tierras burgalesas justamente cuando en Castilla un pequeño rincón / y era de castellanos Montes de Oca mojón." (Fernando Sánchez Dragó, Historia mágica del Camino de Santiago, ed. Planeta)

También las patas de oca aparecen en las señales de canteros de numerosas catedrales y templos medievales, por lo que se le supone que era el símbolo distintivo de los Maestros Constructores, antecedente de la Masonería. El crismón de los templos medievales puede ser una doble pata de oca.

En Puente la Reina (Navarra) encontramos en la iglesia del Crucificado un Cristo (siglo XIV) sobre un madero no en forma de cruz, sino de pata de oca.

La oca está presente en las leyendas de la Edad Media asociadas al Santo Grial. Alfonso X el Sabio nos habla del Caballero del Cisne, que sirvió de inspiración a Wagner para su ópera Lohengrin. Es la historia de Elsa de Brabante, a quien se le aparece en un río un caballero sobre un cisne blanco. Este caballero ayuda a Elsa a recuperar su trono, del que había sido violentamente apartada por Rodolfo. La pareja contrae matrimonio, pero el caballero le pone como condición que nunca le pregunte por su nombre. Finalmente, Elsa, engañada por la esposa de Rodolfo, le hace al caballero la pregunta fatídica, a lo que éste le responde: “Soy un caballero del Santo Grial, que he venido a ayudarte cuando solicitaste ayuda. He salido del Reino del Santo Grial, en el más absoluto anonimato y si alguien descubre mi identidad debo regresar al Reino del Santo Grial. Mi nombre es Lohengrin y soy de una tierra desconocida. El Cisne, que tiraba de la barca, es mi hermano.” Entonces apareció el cisne blanco y el caballero desapareció con él.

En el claustro de la catedral de Barcelona aún se conserva la costumbre de cuidar a 13 ocas vivas (el mismo número de ocas que en el juego). En la bóveda de Santa Eulalia en Lugo aparecen pintadas 13 ocas. La relación entre Eulalia (“la que bien habla”) y la oca aparece en muchos lugares de la geografía española; Eulalia es la cristianización de la diosa Cibeles, cuyos templos estaban guardados por ocas que con su canto aconsejaban a los humanos. Parece ser que la custodia de los templos por las ocas es una costumbre que arranca en la noche de los tiempos y llega hasta nuestros días.

Para Jung un animal como la oca, que se mueve en 3 mundos (agua, aire, tierra) es un psicopompo, mediador entre el consciente y el inconsciente.

Los brujos y brujas gallegos utilizan plumas de oca en sus conjuros.


El gallo es normalmente un símbolo solar: el gallo canta cuando el sol nace. Sin embargo, ente los celtas es un atributo de los dioses del mundo subterráneo. “El gallo, símbolo solar que anuncia la salida del astro rey, representa la resurrección de Cristo y en la Alquimia evoca al mercurio. De procedencia gnóstica, aparece en uno de los sellos de los caballeros templarios, con pies en forma de serpiente, junto a la siguiente inscripción: “Secretum Templi””(Xavier Musquera, Un viaje por la historia de los templarios en España, ed. Santos Rodriguez)


Cabeza alada con lengua. Aparte del culto a las cabezas presente en todo este claustro, aquí tenemos el tema de la lengua: el instrumento para trasmitir los conocimientos y las creencias. Como hemos señalado, la simbología de la lengua la encontramos desde América (los aztecas) hasta Asia (hindúes y budistas). Al lado izquierdo, un burro (la necedad) intenta morder a esta cabeza.


Escudo de Catalunya al lado de los escudos del abad Alegre (izda.) y del abad Miró (dcha.)


Murciélago.  Este animal ha llamado la atención por ser a la vez ratón y ave y dormir cabeza abajo. Esta posición al dormir lo relaciona con el inframundo. Es la representación del demonio en el Cristianismo; como es un animal nocturno, se asocia a lo maligno e infermal. En algunas culturas africanas se les asocia con el Más Allá, pues,además, tienen poderes para orientarse en la oscuridad, lo que les supone un alto grado de inteligencia. Para los alquimistas, precisamente por ser por ser a la vez ratón y ave, representa lo andrógino, es decir, la representación conjunta de lo masculino y femenino. También es un animal que tiene mucho que ver con la brujería.

En China, "murciélago" es sinónimo de "felicidad". Como viven en cuevas, se cree que están conectados con el mundo de ultratumba y que protegen a las personas. Se les asocia también con la eternidad: el polvo del murciélago blanco hace que vivamos muchos años.



Posible imagen de Reinard des Fonoll, el arquitecto se Santes Creus, presentado aquí  en actitud de descanso y, por lo tanto, sometido a cierta sorna (como si trabajara poco).


Un poco de racismo. Monstruo con cara de negro y patas de burro.


Murciélago (personificación de Satanás) que se acerca a una cara que se asusta.


Escena bíblica: El nacimiento de Eva a partir de una costilla de Adán. El capitel muestra el proceso de creación de Adán y Eva hasta el pecado original y la historia de Caín y Abel, pero lo hace de derecha a izquierda y no al revés, como sería normal, con lo cual es posible que esté negando esta forma de aparición del Hombre y la Mujer sobre la Tierra tal como nuestra la cuenta la Biblia. Junto con la figura de Sansón luchando contra un león, que aparece en otro capital, éstas son únicamente las dos escenas bíblicas en todo el Claustro.



 Resto de la escena de la creación de Adán y Eva.

LA DECORACION VEGETAL
También podemos hablar de la decoración vegetal, muy abundante en el Monasterio. "Los vegetales poseen también distintas lecturas en cuanto a sus distintos significados. El hecho de que unos árboles tengan hojas caducas y otros hojas perennes los convierten en representativos de finitud, materialidad y muerte, y también de inmortalidad y eternidad, respectivamente.

"Entre estos elementos del reino vegetal encontramos un árbol con cuatro raíces que representan a los cuatro ríos del Árbol de la Vida. Y otro con cinco el Árbol del Bien y del Mal. En la iglesia templaria de la Veracruz, de Segovia, o en la San Baudelio, de Berlanga, puede verse una columna vertebral central que se abre en forma de palmera cuyas hojas se convierten en las nervaduras de la bóveda. No cabe duda de que el Temple conocía perfectamente que estas formas arquitectónicas no tenían simplemente una función ornamental.

"El significado alquímico también está presente cuando se observan las ramas de un árbol seco. Para Fulcanelli, el árbol seco es el símbolo de la fundición de los metales; la separación de los minerales que lo constituyen, que es la separación del binomio alma-espíritu, proceso de disgregación de los elementos separados del Todo, del llamado “Spiritus Mundi”.  Separar para de nuevo integrar en sucesivas operaciones conocidas con el famoso “solve et coagula”. A imagen y semejanza del hombre, que regenerado de sus defectos e imperfecciones, renace aun estado superior de conciencia.

"Generalmente,  las formas vegetales rodean o enmarcan figuras humanas o de animales.  Las espinas, por ejemplo, representan el principio o la etapa de un camino lleno de dificultades, si lo que se desea es alcanzar un conocimiento personal e iniciático.

"La mayoría de frutos poseen un simbolismo hermético. La encina, considerada sagrada, da como fruto la bellota y esta, junto con la castaña, simboliza el Huevo Fiosófico. Higos, granadas o piñas se utilizan como símbolo de la bellota y son el trabajo hermético que disuelve y coagula el conocimiento." (Xavier Musquera, Un viaje por la historia de los templarios en España, ed. Santos Rodriguez)