Castellote.
 


El castillo 

 
Ubicación de Castellote. Fuente: Sigpac 1:2.000.000

De 1158 conocemos la primera mención del lugar de Castellote como población en los límites del obispado de Zaragoza. Pero no es hasta su conquista por Alfonso I en 1175 cuando empieza realmente la historia documentada de la localidad. Aunque fue reconquistado  por los musulmanes a la muerte del rey aragonés, fue tomado definitivamente por Alfonso II entre 1168 y 1169.

"Castellote como la mayor parte de la península fue ocupada por los musulmanes (sobre el 713-714) quedando bajo el Imperio Islámico. Hacia el 800 formaba parte, primero del Emirato de Córdoba y después del Califato de Córdoba. Con los Reinos de Taifas pasaría a formar parte de la importante Taifa de Zaragoza (1108-1110) bajo el reinado de los Tuyibíes y los Hudíes y posteriormente bajo el imperio Almorávide. No resulta extraño pensar que por las tierras de Castellote paseara el Cid Campeador, no en vano siendo general en jefe del ejército de la Taifa de Zaragoza bajo el reinado de Al-Mutamin reedificó el cercano castillo de Olocau del Rey. La huella dejada por los árabes fue bastante grande además de varios topónimos como Abenfigo (barranco de higueras) o Guadalope (guad=río), dejaron también una compleja red de riego con numerosas presas, azudes, acequias, acueductos etc. Tan perfectas que aún en nuestros días se siguen utilizando. Se cree que fueron ellos quienes primero fortificaron Castellote."(Castellote,  http://emontaner.com/castellote/historia_de_castellote.htm)

En poder de los cristianos, el castillo jugará un papel importante en la lucha contra los musulmanes, por su posición estratégica. Primero dependió del noble Español de Castellot (cuya apellido quizá da nombre a la población), luego pasó a la Orden del Santo Redentor de Alfambra y finalmente a los templarios hasta la disolución de esta Orden a comienzos del siglo XIV. Entonces quedó en manos de la Orden de San Juan hasta el siglo XIX, cuando desaparecieron las órdenes militares.
 

 
Vista del castillo desde el pueblo.

 "En el reino de Aragón se cuentan entre catorce encomiendas del Temple, destacando a lo largo del río Ebro y en Zaragoza las de Novillas, Boquiñeni, Ambel, la propia Zaragoza, Pina de Ebro y La Zaida. Al norte del Ebro: Huesca, Luna y Añesa; al sur del Ebro, la de Ricla, que se trasladó a Calatayud. En tierras de Teruel se encontraban Alfambra, Cantavieja, Castellote y Villel." (Templespaña, Gran guía de la España templaria, ed. Aguilar).

El castillo ha vivido a lo largo de los tiempos muchos de los conflictos que ha sufrido el Maestrazgo. La primera guerra carlista lo dejó en ruinas. A pesar de todo, aún se puede apreciar claramente la sala capitular, la torre del homenaje, las murallas y varios aljibes, uno de ellos de grandes dimensiones. Se ha hecho una excelente labor de restauración y se puede visitar con comodidad. Su trazado es irregular, pues así lo exige la cumbre de la montaña sobre la que se asienta (aunque, al final de esta página, hablamos de que su construcción sigue el trazado de la constelación de Virgo), llegando a los 130 metros en su largura máxima y a 50 metros en su anchura máxima. En su origen contaba de cuatro recintos amurallados. Su entrada principal estaba en la zona suroeste, con una puerta con un puente levadizo.

"La Encomienda Templaria de Castellote incluía Abenfigo, Las Cuevas de Cañart, Dos Torres, Ladruñán, Crespol, La Algecira, Santolea, Bordón, Luco, Torremocha, Seno, Las Parras, La Ginebrosa, Camarón, Mas de las Matas y Aguaviva. "La Carta Puebla fue concedida a Castellote y las Cuevas en 1282 por el Temple. En 1268 Jaime I concedió a Castellote mercado semanal los sábados." (Castellote,  http://emontaner.com/castellote/historia_de_castellote.htm)
 
 
Vista del castillo (web del Ayuntamiento de Castellote)

A pesar de que las relaciones de la Orden del Temple y la Corona de Aragón habían sido siempre excelentes, en cuanto el Papa disolvió la Orden y fue perseguida por el monarca francés Felipe IV, el cambio de actitud fue total. Juan II, el monarca aragonés encarceló y confiscó los bienes de los templarios en diciembre de 1307 y luego encargó a la Inquisición que los sometiera a juicio. Algunos centros templarios se opusieron con las armas a la disolución; es el caso de Jerez de los Caballeros (Badajoz), Alba de Aliste (Zamora), Miravet (Tarragona), Monzón (Huesca) o Castellote (Teruel).

"Castellote se opuso a la entrega de sus bienes y personas por lo que el 20 de Enero de 1308 se encarga a Bartolomé Tarín, sobrejuntero de Zaragoza, que sitie la fortaleza para ello recibe en un primer momento tropas de Alcañiz y Montalbán. Los templarios de Castellote no debieron de ser malos señores pues los villanos desobedecieron las órdenes reales de combatir a los frailes y otros muchos se sitiaron con ellos en el castillo. El cerco que hasta entonces pudo ser burlado en varias ocasiones, se reforzó tras la rendición de Cantavieja, con tropas de Molinos, Ejulve y Monroyo además de los sexsemeros de Daroca, Trasierna y Cariñena. El 2 de Noviembre los hambrientos frailes y su herido comendador Guillén de Villalba se rindieron tras 11 meses de sitio (en Aragón, solo resistió más que Castellote la sede del Maestre de Monzón). Las posesiones del Temple pasaron a la orden de San Juan y en 1318 Castellote ya tiene comendador de tal orden. Siguieron en la villa hasta 1769." (Castellote,  http://emontaner.com/castellote/historia_de_castellote.htm)
 
 
Vista aérea del castillo (Fuente: fotografía en el Torreón templario).

“Tenía cuatro recintos, y el acceso principal se realizaba por un puente tendido sobre un barranco. Hay vestigios de tres torreones rectangulares, otro triangular, más las únicas piezas que conservan algo más que son la sala y la torre del Homenaje. Esta sería grandiosa a juzgar por su planta cuadrada de 11.50 metros de lado y su buen aparejo de sillería, estando emplazada en el borde de precipicios rocosos por tres lados (…); tuvo garitones de esquina. A su lado hay restos de una cámara. Un muro exterior, que conserva un portillo semicircular, la una a la sala principal, que también pudo ser capilla.” (Cartel explicativo de la Iglesia de San Miguel)
 
 
(fuente: cartel explicativo del castillo)
 
 
Maqueta del castillo en el Torreón templario. 

 
Planos del castillo, depositados en Madrid. (Fuente: Torreón templario).
 
 
(fuente: cartel explicativo del castillo)
 
 
Una de las entradas al castillo.
 
 
La zona amurallada que da al pueblo.
 
 
Al fondo, la posible sala capitular.
 
 
La posible entrada principal, con un puente levadizo.
 
 
Vista del castillo. A la derecha, la zona de la Torre del Homenaje.
 
 
La muralla que da al barranco donde está la Ermita del LLovedor.
 
 
Abundantes marcas de cantero. Una pata de oca.
 
 
Justo debajo de las murallas encontramos tumbas antropomorfas en la roca, recuerdo de culturas anteriores, probablemente anteriores a los íberos.


 
El castillo y la constelación de Virgo

Si unimos varios extremos del castillo, observamos que se forma la constelación de Virgo. A esta figura geométrica le hemos de añadir un brazo, que en este caso es la línea que se prolonga hasta la iglesia de San Miguel, santo templario por excelencia. Debido a las circunstancis del terreno, esta línea es demasiado larga, comparada con la realidad de la constelación. La iglesia de San Miguel sería en este caso la estrella Zavijava o Zavijah, más luminosa que el Sol. 

Virgo (la Virgen, la Mujer en sentido amplio) es la constelación de la Diosa Madre. Se la asocia con todas las diosas de las grandes culturas de la Antigüedad: Deméter, Isis... Está relacionada con el ciclo agrario -colocada al final del mismo-, como lo revela el que su estrella principal se llame Espiga. Como cristianización de este culto, muchas Vírgenes cristianas llevan una espiga en su mano.

Su forma nos sugiere un ser antropomorfo con alas. En las cosmogonías de la Antigüedad, se dice que la Justicia reinaba en la Tierra hasta que nació la Raza del Bronce (es decir, en la Edad de los Metales, cuando la sociedad se divide en clases, surge el esclavismo, las guerras desvastadoras y la explotación del hombre por el hombre); entonces la Justicia dejó la Tierra y ascendió con unas alas a los cielos formando la constelación de Virgo.

Otro aspecto igualmente sugerente es que una serie de catedrales francesas se construyeron por los templarios en la Edad Media siguiendo la forma de Virgo...


     “Los sumerios llamaban a la constelación Bad-Tibira y a su estrella principal Sib (la Spica actual). Los primeros agricultores relacionaron la constelación de Virgo con la diosa de la fertilidad –Démeter, Ceres, Perséfone y los distintos nombres de la Diosa Madre que, andando el tiempo, se ha transformado en la Virgen o Madre Divina.

 “El hombre primitivo observó que la estrella Spica, la principal de la constelación que hoy llamamos Virgo, desaparece en el horizonte del cielo nocturno el quince de agosto, lo que coincide con el agostamiento de la vegetación. Era el tiempo de recoger el trigo ya seco y maduro. Spica vuelve a aparecer en el cielo nocturno el ocho de septiembre, coincidiendo con el momento de la sementera.
“La mente asoció el ciclo agrícola, del que dependía la fecundidad de las cosechas, con el de la misteriosa estrella Spica que de algún modo mágico regía la alternancia estacional que hacer crecer el cereal. Por eso precisamente la llamaron Spica, espiga.” (Nicolas Wilcox, Los templarios y la mesa de Salomón)


Fuente: Wikipedia. La constelación de Virgo. En su forma más simple, la figura geométrica tiene el aspecto de un rombo; así lo hemos podido apreciar en la constelación de Virgo de Calaceite, a base de varios puntos que fueron lugares de culto desde la Prehistoria (ver Roca Caballera en http://mgiribets.blogspot.com.es/). En este caso, teniendo como referencia las catedrales francesas, la constelación de Virgo se ha formado en Castellote con una pequeña variante, dibujando un pentágono irregular. La razón es bien sencilla, pues tanto en el caso de las catedrales francesas como en el castillo de Castellote, los autores son los mismos: los templarios.

  Fuente: Sigpac. Vemos la posición del castillo y de la iglesia de san Miguel.


 
Fuente: Sigpac. La constelación de Virgo en Castellote. Excepto por la longitud del brazo que lleva a San Miguel (provocado por las circunstancias del terreno), el parecido es asombroso y deja pocas dudas. Incluso la orientación de la constelación está bastante bien conseguida.