Hispano-judíos en la Edad Media española.


Otros intelectuales



Abufalia, Abraham ben Samuel (1200-1291)

Nació en 1240 en Zaragoza en el seno de una familia muy rica. Viaja por Palestina, pero como estamos en pleno auge de las Cruzadas, no puede llegar más allá de Acre. Buscaba el río Sambatión, donde se ubicaban a las Diez Tribus Perdidas de Israel. En el camino de vuelta, se casa en Grecia y en Mesina se dedica al estudio de la Biblia, pues esta ciudad agrupa a un conjunto de grandes talmudistas. De vuelta a España, da clases en Barcelona en 1271; aquí hizo un estudio muy profundo del libro cabalístico “Sefer Yetsirá”. En estos momentos afirma haber conocido, gracias a la cábala, el Verdadero Nombre de Dios. Durante 4 recorrió toda España predicando sus ideas, un tanto visionarias y, en general, heterodoxas.  En 1280, siguiendo su delirio mesiánico,  va al Vaticano para pedirle al Papa Nicolás III mayor tolerancia de los cristianos para con los judíos, asimismo, buscaba la conversión del propia Papa al judaísmo; es condenado a la hoguera por su atrevimiento, pero, muerto el Papa antes de que se ejecute la sentencia, marcha a Mesina, donde esta vez ha de enfrentarse a un colectivo de pensadores judíos contrarios a sus tesis, pues anunciaba la llegada del Mesías para 1290.

Se puede encuadrar a Abufalia entre los cabalistas proféticos. Su obra, que consta de 26 libros cabalísticos y 22 proféticos, aunque sólo conservamos el “Hai Olam Ha Baa”, jamás fue publicada, aunque aún hoy es muy considerada por los estudiosos de la cábala.




Benjamín de Tudela, Benjamin ben Joanh (1127-1173)

Nació en Tudela, al poco de ser conquistada por los cristianos. En 1160 inició un viaje por toda Europa y luego pasó a Palestina, llegando hasta el Tibet y la India. A su vuelta a Tudela en 1171, escribió un libro de viajes en el que relataba su experiencia, conocido como ‘Masaot’ (Itinerario); en él refleja la motivación del viaje: entrar en contacto con las comunidades judías de todo el mundo (por ejemplo, habla de una judería en China), lo que sirvió a los judíos españoles para estar al día de las tendencias y preocupaciones ideológicas de estas comunidades.

La vida de Benjamín de Tudela es poco conocida. Se supone que era mercader de piedras preciosas.


Benjamín de Tudela



Los Cresques de Mallorca

La familia Cresques padre e hijo, Abraham y Yehudá, destacó en el siglo XIV en la cartografía y en la fabricación de instrumentos de cálculo. Su obra más famosa –realizada por el padre- es el conocido  mapamundi Atlas Catalán de 1375, que hoy se guarda en la Biblioteca Nacional de París, que representa la cumbre de la cartografía medieval hasta ese momento, pues recogen los conocimientos en esta materia que había en Europa en los siglos XIV y XV. Este mapamundi fue un regalo del infante don Juan al monarca francés Carlos VI; consta de 6 hojas de pergamino de 50 x 64 cm.

Fueron protegidos por el rey de la Corona de Aragón, pues mantuvieron excelentes relaciones con Pedro IV y su hijo don Juan.

Yejudá se convirtió al catolicismo tras las matanzas de judíos de 1391 y tomó el nombre de Jaume Ribes, viviendo en Barcelona de 1399  a 1405. En 1420 fue contratado por el rey de Portugal, Enrique el Navegante, para crear un taller cartográfico en Sagres. En el país vecino era conocido como Jacome de Mallorca.

Abraham parece ser también el autor de una Carta Náutica, conservada igualmente en la Biblioteca Nacional parisina.


Yehudá Cresques



Shlomo ben Abrahan Adret  (1235-1310)

Fue un rabí en Cataluña, peor su fama era universal, pues mantenía correspondencia con comunidades judías de Portugal, Italia, Francia, Alemania y Oriente Medio. Por ello era conocido como el “rabí de España”. Fue el rabino con mayor autoridad moral sobre la comunidad judía en España. Gran conocedor del Talmud, la Mishná y la Cábala.

Aunque apoyó la traducción al hebreo de las obras de Maimónides, se mostró contrario a las tendencias racionalistas en el judaísmo. En este sentido, en su aljama prohibió que nadie leyera antes de los 25 años libros de metafísica, griegos (especialmente de Arsitóteles) y ciencias naturales, por considerarlos dañinos para la religión. Sin embargo, los libros de astronomía y medicina, así como las obras de Maimónides, no estaban prohibidas.



Hasday Ibn Shaprut (915-970).

Favorecío enormemente a la comunidad judía de al-Ándalus. Nacido en Jaén, destacó en medicina y farmacia. En la escuela rabínica de Jaén literatura rabínica, medicina y latín. Venía de una familia rica que se trasladó a vivir a Córdoba, la capital del califato.

Su fama fue tanta que se decía de él que había descubierto la panacea universal: estamos hablando de la triaca o teriaca, que se conocía desde el siglo I a.n.e. y cuya fórmula se había perdido; en efecto, se decía que su inventor había   sido el rey Mitridates Eupator, aunque el médico de Nerón, Andrómaco de Creta, había mejorado la fórmula, que a partir de entonces se había perdido hasta los trabajos de Shaprut.

Fue médico de Abd al-Rahmán III, con lo que alcanzó una gran influencia política. Llegó a ser primer ministro del califato. Además, dominaba el árabe, el hebreo y el latín, con lo que era el intérprete ideal ante las embajadas que llegaban a Córdoba. Curó la obesidad de Sancho I de León, en el marco de las negociaciones con la madre de éste, la reina Toda de Pamplona, para que recuperase el reino de León.

También participó en la traducción al árabe del tratado de medicina de Dioscórides ‘Materia médica’, a partir de una versión latina, cuando en 944 participó en las negociaciones para un tratado comercial con Constantino VIII de Bizancio. La obra de Dioscórides es la primera que sigue un rigor científico y rehúye las supersticiones en los campos de la medicina y la farmacia. En primer lugar, se hizo una traducción del griego al latín,  a cargo del monje Nicolás, trasladado a Córdoba con este único objetivo. 

Es el creador de la escuela talmúdica española, a partir de sus relaciones con las escuelas rabínicas de Kairwan y Constanina, en el norte de Africa, y Sura y Pombedita en Irak. Favoreció la llegada a España de muchos intelectuales de Oriente Medio.



Ibn Nagrella (993-1055)

Su nombre completo es Samuel ha-Levi ben Josef Ibn Nagrella ha-Nagid. Hablaba 7 lenguas, incluyendo latín y berberisco, aparte de ser una autoridad en el campo de la matemática, la astronomía y la gramática. Nació en Mérida, pero se trasladó a Córdoba para seguir las enseñanzas del Talmud que impartía  Judah Ibn David. Luego pasó a vivir a Málaga. Era un buen comerciante y se hizo con una fortuna personal considerable.

Gran calígrafo y compositor en árabe, el visir Ibn al Arif lo recomendó a su rey, Habbus de Granada. El califato de Córdoba se había deshecho en los reinos de Taifas. Su carrera política fue vertiginosa: visir, jefe del ejército y príncipe (nagid) de los judíos. Facilitó la sucesión de Habbus por su hijo Badis y siguió siendo visir de éste. De hecho, Nagrella era quien gobernada el reino de Granada. Favoreció la emigración judía a tierras granadinas, que ya se conocían como “Garnata al-Yahud” (Granada de los judíos).

Destacó también en la poesía. Tenemos de él 1.742 poemas, la gran mayoría de temas amorosos y báquicos. Escribió un poema en 7 idiomas dirigido a su rey y lamentablemente hoy perdido. Murió en 1056 y le sucedió su hijo en el mismo cargo de visir.

Pero en 1066 estalló una revuelta popular contra el monarca, que se cebó especialmente en los judíos. Nagrella-hijo fue asesinado, así como muchos otros de la comunidad hebrea. Julio Caro Baroja nos dice que “las matanzas de judíos se dan lo mismo en la España musulmana que en la cristiana. El pretexto inicial para ellas suele ser religioso (…). En la Granada zirí nos encontramos en un momento dado el poder en manos de un visir judío, Samuel ben Nagrela, al que hereda su hijo José. Si el padre era cauto y sabía desenvolverse en su alta posición con la astucia suficiente para no herir la susceptibilidad árabes y berberiscos, el hijo de comportó orgullosamente, fue objeto de todos los odios y, al final, por obra de las predicaciones y las composiciones poéticas de un alfaquí iracundo, murió en una espantosa matanza, en la que también murieron cerca de cuatro mil judíos granadinos más; esto ocurrió el 30 de diciembre de 1066. ¿De qué se acusaba a los judíos? De haberse enriquecido, de percibir las contribuciones del reino (que se habían repartido a su guisa), de ir vestidos espléndidamente, de comer como nadie, de tratar a los nobles con orgullo. Mientras tanto el pueblo fiel, el pueblo creyente, honrado, vivía en la miseria” (citado por Joseph Perez, Los judíos en España, ed. Marcia Pons Historia). A los supervivientes se les prohibió residir en Granada y tuvieron que ir a Sevilla. En esta ciudad, la comunidad judía prosperó de nuevo: el rey nombró a Ibn Albalía, astrólogo y matemático, como Rabino Mayor de los judíos de su reino; se restauró en Sevilla la escuela rabínica que antes funcionaba en Granada. 


Nagrella



Salomón Ibn Gabirol (1020-1058)

Los árabes lo llamaron Sebirol y los cristianos Cebrol, Cebrón o Avicebrón. Con la desmembración del Califato de Córdoba, fue a vivir a Málaga y luego a Zaragoza. Posiblemente murió en Lucena.

Gabirol, el primer gran pensador hispano-judío,  representa la cumbre de la poesía hebraica. Su obra poética más importante es “Keter Malkbut” (Corona real) es un canto a Dios y a la Creación. Consta de más de 800.000 versos y consta de cinco libros: “Los atributos divinos”, “El Universo como creación de Dios”,  “El Alma y su influjo en el cuerpo”, “La vida humana y sus deseos y pasiones” y “La Confesión de las Culpas”.

Aunque escribió en árabe, su obra “Fons Viate” nos ha quedado en su versión latina traducida por Juan Hispano (Ibn David) y Domingo González Toledo en el siglo XIII. Algunos fragmentos se han conservado de una traducción al hebreo hecha por Sem Tob Ibn Falaqera, también en el siglo XIII, con el título “Meqor hayyim”. ‘Fons Viate’ a es a la vez una obra de teología y, como tal, es la cumbre de la filosofía religiosa judía. Tuvo gran influencia sobre los escolásticos. Está escrita como un diálogo platónico. Tiene grandes influencias de Platón, de las ‘Eneadas’ de Plotino y de la Cábala. Trata de conciliar el platonismo y la religión judía. En su obra se nota sus amplios conocimientos de astronomía y de filosofía.

También escribió un libro de medicina, el “Libro de la corrección de los caracteres”, hoy desgraciadamente desaparecido, que estudia el espíritu humano a partir de sus rasgos físicos. Otra obra importante fue “Selección de perlas”, un tratado de paremiología.

Mantuvo fuertes polémicas con los intelectuales de su época, pues se le consideraba panteísta. Ejerció un gran influencia sobre Duns Scoto, Ramón Llull y, todavía en el siglo XVII, el holandés Spinoza, hijo de judíos expulsados de España.


Gabirol



Bahya Ibn Joseph Ibn Paquda (h. 1040-h. 1110) 

Fue Dayyan (juez) de la comunidad hebrea de Zaragoza, donde reinaba una gran tolerancia hacia los judíos, a pesar de que la política de los almorávides en al-Ándalus se basaba en la intransigencia religiosa.

Su obra principal es “Hobot ha-Lebabot” (Deberes de los corazones), escrita en árabe y posteriormente traducida al hebreo en 1161 por Tibbon. Trata de la mística judía y consta de 10 partes. Tuvo gran influencia en el ascetismo católico medieval.




Abraham bar Hiyya “el barcelones” (1065-1136)

Gran matemático, sus obras de geometría y astronomía difundieron el álgebra árabe en Europa. En el campo de la filosofía, se le puede calificar de pensador platónico e influyó en el desarrollo de la Cábala.




Abraham ben Ezra (1089-1164)

Destacó en la gramática, en la teología y en el estudio de la Biblia, pero sobretodo como científico, ya que fue la figura más relevante de los pensadores judíos en este terreno. Su influencia sobre los científicos judíos, árabes y cristianos fue grande; se especializó en las matemáticas, astronomía y astrología.



Salomon ben Ezra 

Fue un cabalista de Girona. Vivió en el siglo XIII y escribió un comentario cabalístico al Cantar de los Cantares.




Yehuda al-Harizi (h. 1170-1235)

Nació cerca de Barcelona y su familia procedía de Granada. Vivió en Toledo, Cataluña y sur de Francia. Se dejó incluenciar por la poesía islámica. Destacó también en las traducciones del árabe al hebreo de alguna obra de Aristóteles, libros de filosofía y medicina y la “Guía de los perplejos” de Maimónides.



Yehudá ha-Leví (1075-1141)

Nació en Tudela en 1075. Estudió en Granada y Sevilla, ejerció de médico en el Toledo conquistado por los cristianos para irse a vivir a Córdoba, donde en 1140 terminó su obra principal “Libro de la prueba y de la demostración en defensa de la religión menospreciada”, más conocido por “El Cuzari”. Al poco tiempo falleció en El Cairo, mientras se dirigía a Jerusalén.

“El Cruzari” trata de la conversión al judaísmo del Jan de los jázaros turcos en el siglo VII, pueblo que habitaba el sur de Rusia. Se da la circunstancia de que en la cordillera del Cáucaso se había instalado la “XIII Tribu”, antepasados de los askenazíes, lo que parece que favorecería la conversión. Este es el primer Estado judío, mil años anterior al de Israel. En el siglo X el rey jázaro José se carteaba con el jefe de la comunidad judía de Córdoba, Jasday ben Shaprut. 

Yehudá ha-Leví nos cuenta en su obra cómo el rey de los jázaros (el Cuzarí) tiene serias dudas religiosas. Consulta primero con un teólogo cristiano y no le convence; a continuación, expone sus preocupaciones a un teólogo musulmán, pero tampoco obtiene respuestas que le satisfagan. Cuando habla con un rabino, todas sus dudas desaparecen y se convierte al judaísmo junto con todo su pueblo.

De esta forma, El Cuzarí es quizá el primer libro de defensa de la religión hebraica frente a la católica y a la musulmana desde una posición beligerante, que hoy tacharíamos de sionista. Su obra es “un ataque a la racionalidad aristotélica así como a la cristiandad y al Islam,  el autor defendió enérgicamente la postura de que, para la humanidad sufriente, y sobre todo para los judíos tratados con crueldad, el razonamiento deductivo, por deseable que fuese un mundo perfecto, no podía reemplazar a la experiencia directa de Dios” (María Antonia Bel Bravo, Sefarad, los judíos de España, editorial Silex). Mantenía que el destino de los judíos era vivir en Palestina y que todo lo demás era vivir en la esclavitud, por muy placentera que pudiera llegar a ser muchas veces la existencia en España u otros países. Influyó poderosamente en los cabalistas.

En las aljamas este libro se convirtió en uno de los textos preferidos. “A juicio de un rabino italiano del siglo XVI, en la obra de Maimónides (…) hay mucha verdad, pero también mucho error, mientras que la obra de Yehudá ha-Leví es pura verdad”. (Joseph Perez, Los judíos en España, ed. Marcia Pons Historia)

Yehuda ha-Levi