Hispano-judíos en la Edad Media española.

Los intelectuales conversos




Salomón ha-Leví (c. 1351-1435)

Fue uno de los judíos más ricos de Burgos y, en consecuencia, su conversión al catolicismo no fue una sorpresa para nadie. Llegó a ser rabino de Burgos y tenía una gran formación en el Talmud y en la religión hebraica; también destacaba en la filosofía escolástica, la teología y la astronomía. 

El propio Salomón ha-Leví relata su conversión diciendo que se produjo después de leer a Maimónides, a Tomás de Aquino, a Abner de Burgos y el “Pugio Fidei” de Ramón Martí. Se bautizó junto con casi toda su familia (su esposa permaneció en el judaísmo) en 1390 y cambió su nombre por el de Pablo de Santa María, dando origen a la poderosa e influyente saga de los Santamaría o Cartagena de Burgos. A continuación, marchó a proseguir sus estudios en la Universidad de París, donde alcanzó el título de doctor en Teología.

Ya viudo, fue nombrado obispo de Cartagena en 1405 y arzobispo de Burgos en 1415. Formó parte del Consejo Real a la muerte de Enrique III, organismo que estuvo al frente de Castilla en nombre de la regente Catalina de Láncaster; al mismo tiempo, fue tutor del futuro Juan II.

Su obra escrita sigue las pautas del converso, con ataques furibundos a la religión hebraica. Con “Dialogus Pauli et Sauli contra Judaeos, sive Scrutinium scripturarum” consiguió un gran renombre en la España cristiana.




Abner de Burgos

Se convirtió al catolicismo en 1321 y tomó el nombre de Alfonso de la Caballería o Maestre Alfonso de Valladolid. Era un gran intelectual: médico, teólogo, profundo conocedor de la Torá y la cábala,  así como de la obra de Maimónides y de Aristóteles. 

Él mismo cuenta su conversión  al cristianismo cuando se quedó dormido en una sinagoga y se le apareció Dios en sueños diciéndole: “Entiende estas palabras que te hablo e párate enhiesto, ca yo te figo que los judíos están desde tan gran tiempo en esta captividad por su locura e por su necedad y por mengua de mostrador de justicia donde conozcan la verdad”.  

Fue un partidario ferviente de la persecución a los judíos por la fuerza. Según Baer, “en toda la Edad Media no encontramos un solo teólogo cristiano que derramase su cólera contra el Talmud de una manera tan ceñida y rígida como hizo este apóstata judío” (citado por (Joseph Perez, Los judíos en España, ed. Marcia Pons Historia)



Pedro Alfonso, Moisé Sefardí

Moisé Sefardí fue un rabino de Huesca que se convirtió al catolicismo en 1106 tomando el nombre de Pedro Alfonso. Era una autoridad en matemáticas, astronomía y medicina; posiblemente fue médico de Alfonso I el Batallador.

Como buen converso, su obra se dirigió especialmente contra los judíos. Escribió una ‘Disciplina Clericalis”, de carácter moralizante, y los ‘Diálogos contra los judíos”. Según María Jesús Lacarra “reflejan un afán encomiable de transmisión cultural en los más diversos campos de la actividad humana. Pedro Alfonso es uno de los introductores del método dialéctico en Europa occidental. Su diálogo persigue diferentes objetivos, relacionados con su experiencia vital como judío andalusí bautizado en Huesca. En el prefacio, Pedro Alfonso asegura escribirlo para defenderse de las acusaciones de sus antiguos correligionarios de haber abandonado la religión de sus padres por las ventajas materiales que esto pudiera aportarle. Sin embargo, el hecho de escribir en latín y de comenzar su obra con una profesión de fe hace suponer más bien que el diálogo replica críticas semejantes de los “nuevos” correligionarios”  (citado por Joseph Perez, Los judíos en España, ed. Marcia Pons Historia). Acusa a los judíos de asesinar a Jesucristo sabiendo que era el Hijo de Dios, con lo que añade más leña al fuego a toda la propaganda antijudía que en aquellos momentos comenzaba a tomar cuerpo en nuestro país.