Catedral de Tortosa


La Virgen de la Cinta



Es la patrona de la ciudad. La versión oficial nos habla de una aparición de la Virgen a un  desconocido sacerdote en 1178 a quien le entregó una cinta. 

Capilla de la Virgen de la Cinta

Pero todo indica que la “cinta” hace referencia a “estar encinta”. De esta forma, la Virgen sería la protectora de las embarazadas y su culto sería, pues, la cristianización de cultos a la Madre Tierra de tiempos prehistóricos y aún vigentes en Tortosa en el siglo XII. 

En la Antigüedad y aún en la Edad Media era costumbre que las mujeres embarazadas llevasen una cinta aguantando el vientre en los últimos meses de gestación. Teócrito nos dice que “Allí la hija de Antígona, aquejada de colores, invocó a Ilitía, la que desata el cinturón”. En la Anthología Palatina encontramos que las mujeres que daban a luz satisfactoriamente entregaban sus cintas a las diosas protectoras:

- “Sandalias, una rica banda, un bucle perfumado de pelo, la tela ligera de un vestido interior, bellas tiras para sujetar el pecho es lo que Ambrosia, después del parto, habiendo escapado a los peligros del embarazo, ofrece en su templo a Diana, su benefactora”.

- “Este cinturón, esta túnica de flores, esta banda que sujetaba estrechamente su pecho, Timaessa te los consagro, hija de Latona, agradecida por haber escapado después de diez meses de embarazo a los dolores de un laborioso parto”.




Las heroínas de la Biblia, alegoría a la Madre Tierra, en una cúpula octogonal, que es la figura geométrica de los templarios.

El carácter matriarcal de esta virgen se refuerza cuando vemos que en la cúpula de su capilla de la catedral de Tortosa están pintadas las heroínas de la Biblia, de nuevo una alegoría de la Madre Tierra, y que alguna de las pinturas de la capilla relacionan la Virgen con los embarazos: el ofrecimiento de la cinta a los reyes de España para que la reina tuviera un buen parto cada vez que estuviera embarazada o la  entrega de la cinta a las embarazadas. 



Escenas de la Virgen

De hecho, era costumbre que cuando una reina de España quedaba embarazada, la cinta de la Virgen tortosina era llevada al Palacio Real de Madrid. Esta tradición está documentada con Felipe IV en 1629, con el nacimiento de Baltasar Carlos; lo mismo haría Felipe V en 1709 e Isabel II en 1861, en el nacimiento de Alfonso XIII en 1886 y varios miembros de la casa real a comienzos del siglo XX. Un texto de Beltrán Rius de 1784 nos lo ilustra:

“También aparecen los Milagros hechos por la intercesión de la Virgen de la Cinta: principalmente quando la Muger preñada pide el socorro de la Virgen, quando padece un parto molesto: luego acude esta piadosa Madre, y como Lucina Divina desata el parto difficoltoso, y el peso, que empuja al entumecido vientre ya maduro. Y por esso ha venido también experimentando muchas vezes esto las Reynas de España, y las Princesas Reales, para que con su patrocinio logren dar a luz una feliz Prole, y tengan favorables partos.”

La Virgen de la Cinta también se venera en la Basílica de Santa María del Pi en Barcelona, en Huelva –donde es la patrona de la ciudad- y en Madrid, adonde fue llevada por la colonia tortosina en la capital de España. La Virgen de Huelva recuerda mejor su pasado prehistórico, pues se procesiona en agosto y septiembre, es decir, coincidiendo con la constelación de Virgo.