Torrebesses (Lleida), una imagen del cielo


Los grabados de la Plaça de la Vileta



La plaza presenta una serie de grabados a base de pequeñas cazoletas y canículos sobre piedra arenisca en varios puntos. Posiblemente al superficie grabada fue mayor que la que actualmente contemplamos.

Foto de la plaza hace varios años. En primer término, los grabados.
Fuente: Mateu Esquerda y Josep Preixens “Gravats i cupuliformes a l’entorn de la Vall Major, dins del terme de Torrebesses (Segrià)” 

Basándonos en casos similares creemos que los grabados, a base de pequeñas cazoletas unidas con canículos, dibujan un mapa del cielo, en el que las cazoletas representan a las estrellas y los astros. No apreciamos agrupaciones de estrellas en constelaciones tal como hoy las entendemos. No obstante, parece que los canículos que unen los astros van describiendo algún tipo de constelación o agrupación de estrellas hecho con criterios de la época en que fueron grabados y que ahora nos es imposible entender. 

La datación habría que situarla en el Bronce final. Estos grabados tendrían, pues, unos 3.000 años.


La cazoletas son lugares de culto, en base a ritos de agua. De esta forma, al echar agua sobre las cazoletas simulamos y propiciamos la lluvia que cae desde las estrellas del cielo. El agua es necesaria para las cosechas y así asegurar la supervivencia del ser humano. De esta forma se ritualiza el ciclo agrario, para garantizar el éxito de las cosechas.

En la parte norte de la plaza observamos unas líneas verticales en una zona de arenisca, que son de tiempos recientes, seguramente relacionadas con las obras de remodelación de la plaza.

El nivel de energía en la plaza oscila entre 14.000 y 10.000 u.BV., lo que la hace un sitio muy agradable y un buen lugar para que los cartujos de Escala Dei construyeran varios silos hace unos 400 años, pues la energía positiva conserva mejor los alimentos. El lugar que ocupan los grabados tiene un nivel energético superior a los 25.000 ubv, propio de los lugares sagrados donde se realizan actos de culto.

El conjunto de grabados más importante

La importancia del grabado en roca para el hombre primitivo es que así su obra tiene un carácter eterno, ajeno al devenir del tiempo. No cualquier lugar es válido; el espacio sagrado ha de tener un nivel energético alto, porque es un “centro del mundo”, un lugar donde se hace realidad la conexión ente lo que está arriba (las estrellas y las astros, de donde procede la lluvia necesaria para las cosechas) y lo que está abajo, lo que viene facilitado por este tipo de grabados y los rituales de agua que debieron estar asociados a ellos. Así nos lo cuenta Mercia Eliade: "La roca, la losa, el bloque de granito hablan de la duración infinita, de la permanencia, de la incorruptiblidad, de un modo del existir, en definitiva, independiente del devenir temporal. Nos hallamos ante la misma valoración del espacio sagrado en tanto que constituye un "centro del mundo", lugar privilegiado en el que se hace realidad la comunicación con el cielo y con el mundo subterráneo, es decir, con los dioses, las diosas ctónicas y los espíritus de los muertos (...). La primera y seguramente la más importante consecuencia del descubrimiento de la agricultura, es que provoca una crisis de valores entre las gentes del Paleolítico: las relaciones de carácter religioso con el mundo animal son suplantadas por lo que podríamos designar como la solidaridad mística entre el hombre y la vegetación. Si los huesos y la sangre habían representado hasta entonces la esencia de la sacralidad de la vida, en adelante ésta tomará cuerpo en la esperma y la sangre. Por otra parte, la mujer y la sacralidad femenina pasan a primer plano. La fertilidad de la tierra y la fecundidad de la mujer se solidarizan; en consecuencia, las mujeres se convierten en responsables de la abundancia de las cosechas, pues ellas son las que conocen el "misterio" de la creación. Se trata de un misterio religioso que rige el origen de la vida, el proceso de la alimentación y la muerte. El suelo fértil se asimila a la mujer." (Mercia Eliade, Historia de las creencias y las ideas religiosas vol. 1 Ed.Paidós)


Calco del conjunto de grabados. 
Fuente: Mateu Esquerda y Josep Preixens “Gravats i cupuliformes a l’entorn de la Vall Major, dins del terme de Torrebesses (Segrià)” 

"Esta roca se hará sagrada porque su propia existencia es una hierofanía: incomprensible, invulnerable, es lo que el hombre no es. Resiste al tiempo, su realidad se ve duplicada por la perennidad. He aquí una piedra de las más vulgares: será convertida en "preciosa", es decir, se la impregnará de una fuerza mágica o religiosa en virtud de su sola forma simbólica o de su origen (...). Será sagrada porque es morada de los antepasados (India, Indonesia) o porque otrora fue el teatro de una teofanía (así el bethel, que sirvió de lecho a Jacob) o porque un sacrificio, un juramento, la consagraron". (M.Eliade, El mito del eterno retorno, Emecé editores, Argentina)

El agua de lluvia se asocia a los ritos de fecundidad, de modo que hace el papel de semen que cae sobre la tierra y asegure que el ciclo agrario se va a cumplir cada año. "Las gotas que caen de lo alto pueden entenderse sin más cual semen virile, como semilla de varón. En dios hindú de la tormenta, Indra, es el "señor del campo" y el "toro de la tierra". Los indios pima de Nuevo México tienen un mito, según el cual la diosa madre en figura de una hermosa mujer fue fecundada por una gota de agua caída de una nube. (...) Adad, el dios babilónico de la tempestad, llevaba los sobrenombres de "intendente de los diques de cielo" y de "señor de la abundancia": cuando retenía la lluvia, aparecían la sequía y el hambre." (El mensaje de los símbolos - Manfred Lurker -Ed. Herder, 1992). Sigamos con Mircea Eliade: "En una fórmula sumaria, podría decirse que las aguas simbolizan la totalidad de las virtudes; son fons et origo, la matriz de todas las posibilidades de existencia. "Aguas eres la fuente de toda cosa y de toda existencia", dice un texto indio, sintetizando la larga tradición védica. Las aguas son los cimientos del mundo entero; son la esencia de la vegetación, el elixir de la inmortalidad, semejantes a la amrita; aseguran larga vida creadora y son el principio de toda curación, etc. "¡Que las aguas nos traigan el bienestar!", rogaba el sacerdote védico. "¡Las aguas, en verdad, son curadoras; las aguas expulsan y curan todas las enfermedades!. (...) En sumerio, ‘a’ significaba aguas, pero significaba igualmente "esperma, concepción, generación". En la glíptica mesopotámica, por ejemplo, el agua y el pez simbólico son los emblemas de la fecundidad. Todavía en nuestros días, entre los primitivos, el agua se confunde (no siempre en la experiencia corriente, pero regularmente en el mito) con el semen viril.” (Mircea Eliade, "Las aguas y el simbolismo acuático", Tratado de Historia de las religiones, Ciudad de México, Biblioteca Era, 1972)

Otro grupo de cazoletas

El hombre primitivo debió contemplar el cielo y llegar a la conclusión de que en la bóveda terrestre (proveedora de agua, con los astros que marcan las estaciones y los distintos momentos del ciclo agrario) encontraría muchas respuestas. "Aún sin recurrir a la fabulación mítica, el cielo revela directamente su trascendencia, su fuerza y su sacralidad. La mera contemplación de la bóveda celeste provoca en la conciencia primitiva una experiencia religiosa. (...) La expresión “mera contemplación de la bóveda celeste” tiene un sentido completamente distinto cuando se trata del hombre primitivo, abierto a los milagros cotidianos con una intensidad que a nosotros nos resulta difícil de imaginar. Esa contemplación equivale a una revelación. El cielo se revela tal como es en realidad: infinito y trascendente. La bóveda celeste es por excelencia “lo otro”, frente a lo poco que el hombre y el espacio vital representan. Diríamos que el simbolismo de su trascendencia se deduce de la simple consideración de la altura infinita. “El altísimo” se convierte, con toda naturalidad, en un atributo de la divinidad. Las regiones superiores inaccesibles al hombre, las zonas siderales, adquieren los prestigios divinos de lo trascendente, de la realidad absoluta, de la perennidad. (...) Lo “alto” es una categoría inaccesible al hombre en cuanto a tal; pertenece por derecho propio a las fuerzas y los seres sobrehumanos; el que asciende al subir ceremoniosamente los peldaños de un santuario o la escalera ritual que conduce al cielo, deja en ese momento de ser hombre."  (Mircea Elíade, Tratado de Historia de las Religiones)
  
Conjunto de canículos



PREGUNTAS A LAS ESTRELLAS

Los campesinos de algunas comarcas de Catalunya y Baleares, hasta hace bien pocos años, dialogaban con las estrellas y trataban de encontrar soluciones a sus problemas:

"Se hace de dos maneras diferentes: el interrogador ha de buscar, con la vista, la estrella más brillante de la bóveda celeste, y ha de decir con atención:

“Estrella, dime que me responderás
si lo que te voy a preguntar
será o no será” 

(original catalán: "Estel, digues que serás fidel /al que et vaig a preguntar /tal cosa será o no ser")

"Hecha esta pregunta dialogada con la estrella, el que pregunta ha de poner atención en las conversaciones de la gente que tiene alrededor, indiferentes y desconocedoras de su pregunta. Si oye primero una afirmación que una negación, el espíritu le ha contestado que lo que ha pedido se hará realidad; y si, al revés, la primera palabra que oye es una negación, y no una afirmación, es indicio de que lo deseado será negado. No se puede entrar en ningún lugar cerrado, porque el contacto con el espíritu o la estrella y la pregunta no tienen efecto; como tampoco se puede entablar ninguna conversación con nadie antes de obtener una respuesta, ya que entonces se podría provocar, inconscientemente, la respuesta según la conveniencia, y la fórmula no tendría efecto.

"También se consulta a las estrellas diciendo:

“Alma, alma, alma
tú que vas perdida por el mundo
dame respuesta a lo que te pregunto.
Si es que sí,
Haz cantar al gallo,
Ladrar a un perro,
O tocar una campana;
Si es que no,
Haz que un niño llore,
Un gato maúlle,
O una puerta chirríe”

"original catalán: Anima, ànima, ànima / tu que vas pel món perduda / digue'm si será aixó /que et pregunto. /Si es que sí, / fes cantar un gall, /bordar un gos, / o bocar una campana; / si es que no, fes / plorar una criatura, /miolar un gat, / o grinyolar la porta"
(Astronomia i metereologia populars -Joan Amades - ed. El Mèdol) La traducción es mía, MGM

“El día antes de emprender un negocio o algún asunto importante, se puede prever su resultado final fijándose en las estrellas. Si se ven muchas más que de costumbre, y brillan con gran intensidad, es señal que el negocio que se emprenderá será próspero y obtendrá buenos resultados. O al contrario, si no brillan mucho y con poca fuerza.

"Cuando se emprende un viaje y las estrellas brillan poco, se cree que alguien nos tiene preparada alguna traición, o que alguno de los que nos rodean es un falso y esconde malas intenciones". (Astronomia i metereologia populars -Joan Amades - ed. El Mèdol) La traducción es mía, MGM



Cazoleta con canículo



LA APORTACION DE MATEU ESQUERDA Y JOSEP PREIXENS

Coincido plenamente con la opinión de Mateu Esquerda y Josep Preixens en su obra “Gravats i cupuliformes a l’entorn de la Vall Major, dins del terme de Torrebesses (Segrià)” cuando dicen lo siguiente (traducido por mí del original catalán):

“Conscientes de las muchas controversias aún hoy suscitadas entre profesionales y estudiosos sobre la amplitud de los cupuliformes, cúpulas, insculturas, petroglifos, cruciformes, etc.; a pesar de que a la hora de discrepar nosotros sólo podemos apoyarnos en la experiencia y en el conocimiento del medio, sí queremos expresar algunos de los motivos que nos hacen dudar y que querríamos resumir en los siguientes apartados:

“1- Desde el punto de vista posibilista – Durante nuestros años de investigaciones en tierra de las Garrigues –muchas de ellos con perfiles morfológicos parecidos- no hemos encontrado nunca un conjunto de cazoletas y canículos unidos, similar o análogo al de la Vileta de Torrebesses (…)

“2- Desde el punto de vista técnico – Una observación detenida, tanto nuestra como de algunos profesionales relacionados con el trabajo de la piedra, muestra signos evidentes de rastros antrópicos tanto en los canículos como en las cazoletas. Al mismo tiempo, profundizando más, podríamos añadir que no todas  las marcas de las herramientas muestran la misma pátina, hecho que nos hacen pensar en diversos procesos de repicamiento y/o de fricción, añadiendo nuevos surcos o rehaciendo otros al cabo de un tiempo. Igualmente, por la situación en que nos encontramos, es de sentido común entender que el proceso natural de erosión ha afectado y afecta cada vez más  a las insculturas, como sin duda lo ha hecho la acción del hombre a lo largo de los años, al encontrarse en un lugar habitado, transitado y que ha sufrido diversas transformaciones en el tiempo; por eso pensamos que solamente se han conservado un conjunto bastante  completo en una de las zonas y en el resto sólo quedan algunas trazas. 

“3- Desde el punto de vista comparativo – Consultando diversa bibliografía y en visitas a otros lugares podemos mencionar varios ejemplos que (usando un término lingüístico discreto) se “parecen” y en los que –a pesar de las controversias sostenidas sobre este tema- se piensa que se ha empleado la mano del hombre para obtener el resultado final.

“4- Desde el punto de vista visual  - Las formas existentes suelen mostrar agrupaciones interconectadas, en las que se interpretan diversas figuras geométricas unidas, muchas de ellas poligonales (con las cazoletas generalmente en los ángulos) (…)”