Castillo de Valderrobres (Teruel)


Descripción del castillo


El castillo se levanta sobre la parte alta de Valderrobres, es de planta hexagonal irregular y de fachadas rectas aunque de tamaño desigual, al adaptarse a las características del terreno. Está construido de piedra sillar sobre una superficie de unos 1.000 m2. Su estructura tiene como eje el patio interior elevado (para ser más preciso: el eje es la roca-santuario del Neolítico), en torno al cual se distribuyen las diferentes estancias en varios pisos. Abunda en escudos nobiliarios, sobretodo de Garcia Fernández de Heredia y de Damlmau Mir y Cervellón.

Al visitante le llamará la atención la gran fachada principal, en el lado oeste, y la del lado sur. La fachada principal está rematada con tres pequeñas torres cuadradas almenadas, dos en los extremos y una en el centro, que se comunican entre sí por un camino de ronda y tienen unas funciones más decorativas que defensivas. Es una de las fachadas más elegantes del gótico militar español.

Aquí encontramos la puerta principal, en forma de arco ligeramente apuntado con el escudo de García Fernández de Heredia (formado básicamente por siete castillos), y una cruz de la Orden de Calatrava, que fue la orden religiosa hegemónica en la comarca, sobretodo después de la liquidación de la Orden del Temple. Hay  tres grandes ventanales y una serie de vanos –que encontraremos en todas las fachadas- para que entre la luz en las distintas estancias. Los ventanales son rectangulares, góticos geminados, y dan al salón principal; a la izquierda vemos dos ventanas de arcos apuntados. Delante de la fachada principal está la plaza de armas, originariamente amurallada con torreones defensivos y saeteras. En el resto de fachadas podemos apreciar diversos ventanales góticos y un matacán cubierto (obra en lo alto de la fachada, desde donde se pueden lanzar piedras o aceite hirviendo a los atacantes). Un paso elevado comunica el castillo con la iglesia. 




Entrada a lo que parece un pozo de agua, situado entre el castillo y la iglesia. Es uno de los puntos energéticos más alto de todo el recinto, con 24.000 uB



Planta baja




Plafón informativo de la planta baja


Las dependencias más importantes son:

La caballerizas, de unos 100 m2 y con una habitación de unos 60 m2 como residencia de los mozos de cuadras. La construcción es de bóveda de cañón. Aún se conserva el suelo original.

La Sala Capitular. Así llamada aunque nunca ha cumplido tales funciones. Desconocemos su uso y se supone que era una sala de espera para los personajes más ilustres.

Puerta de entrada de la servidumbre, en una fachada lateral, pues los criados nunca entraban por la puerta principal.

Bodega, de unos 100 m2.

‘Prisión de los capellanes’, de 1 m. de ancho por 4 m. de largo, con dos pequeñas ventanas, posiblemente hacía honor a su nombre.

En cualquier caso, a las habitaciones habilitadas como prisión llegaban, desde los pisos superiores, las deposiciones del obispo. Es una forma cruel e inhumana -además de poco higiénica- de afirmar el dominio de una clase social.


Planta baja de una torre, de forma cuadrada de 4 m. de lado. Hay quien piensa que ésta es la torre del homenaje (la torre más alta que generalmente se podía aislar del resto del castillo en caso de ataque). En el centro encontramos un pozo conocido como el “pozo de la mano peluda”, cuyo nombre viene de la siguiente leyenda: un hombre estaba preso acusado de matar a una mujer; su esposa, que le llevaba la comida diariamente, hizo correr el bulo de que un monstruo de mano peluda corría por el lugar, con el objeto de que nadie se acercara a la celda, que estaba en una zona llena de pasadizos, y así facilitar la huida de su cónyuge. La tradición sostiene que, efectivamente, desde el castillo partían una serie de túneles que llegaban hasta el río.




Plafón informativo sobre la 'mano peluda'


Túneles. En la zona conocida como 'la mano peluda' se abre un hueco en el suelo desde donde es creencia general que partían túneles que pasaban por las casas de casco antiguo e incluso por debajo del lecho del río, alcanzando las casas de la otra orilla. Es un hecho  conocido que algunas casas de la orilla izquierda del río tienen grandes túneles (hoy cegados a la altura del curso del Matarraña) que seguramente continuaban por debajo del cauce del río y llegaban hasta el castillo. Estamos hablando de túneles en los que, en muchos de sus tramos, cabrían dos personas a caballo. 




Primera planta

Es la planta noble, provista de mayores lujos y comodidades. Contiene las habitaciones principales, a saber: 

Salón de Cortes o Salón de las Chimeneas, que constituye la sala más grande del castillo, con sus 160 m2. La entrada es de arco apuntado y escudo de los Fernández de Heredia. Tiene tres chimeneas y al fondo se la sala se vuelve a repetir el escudo de esa familia. La techumbre es de madera. Su función ha sido la de comedor (comunica con la cocina), salón de fiestas, salón de Cortes…  Encontraremos aquí grandes ventanales góticos con bancos festejadores.



Sala de las Chimeneas


Cocina, con vanos abiertos o pasaplatos que la comunican con el Salón de las Chimeneas.  Hubo dos pasaplatos, de los que sólo queda visible uno. Es trapeozoidal, de unos 55 m2, con un gran fogón en el centro y cúpula octogonal con una linterna para salida de humos. La energía en el centro de la sala -donde se cocinaban los alimentos- es de 20.000 uB. Sin duda, el lugar está elegido a propósito, para proporcionar una mayor calidad a los alimentos que se preparaban sobre un punto de muy alta energía. Para terminar con la composición del lugar, el octógono de la cúpula, que con el centro representa el número 9 (8+1=9), es el número de la perfección y de la Madre Tierra, de donde obtenemos el alimento. Ésta es la figura geométrica emblemática de los templarios, y también aparece en otras culturas, como la  hindú (el carro del sol), la china (los trigramas de I Ching).



La cocina. Representación del lugar donde se hallaban los fogones, con un nivel energético de 20.000 uB




La cocina. Cúpula octogonal

Salón Sur, de unos 90 m2, con las estancias privadas del arzobispo. En otros tiempos fue biblioteca, despacho privado y sala de estar. 

Otras salas, hoy irreconocibles

Sala de los Leones, llamado a así porque aquí aparecieron dos estatuas de leones que actualmente están en la puerta de San Roque, en el puente medieval. Aquí se recibía a  la gente de poca importancia, con una puerta de entrada y salida al castillo para evitar el pase por la puerta principal.

Cámara dorada, que es en realidad el primer piso de la torre de la planta baja. También podía ser un lugar de reposo para el arzobispo. Es una habitación cuadrada de unos 4 m2 de lado, de la que no queda nada.




Segunda planta




Plafón informativo de la segunda planta


Su dependencia más importante es el patio al aire libre, en torno  a la roca sagrada del Neolítico,  que en la Edad Media posiblemente estuvo cubierto como una especie de claustro de madera, pues aún quedan varias peanas con sus agujeros donde descansarían las columnas de las esquinas. El nivel energético de la roca es alto, destacando sus cazoletas, algunas con 23.000 uB. Las cazoletas servían en la Prehistoria para hacer ritos de agua y estaban ubicadas en lugares energéticamente elevados; de esta forma, el agua de las cazoletas tenían un valor especial (algo parecido al agua bendita hoy en la religión católica), que ayudaría en la fertilidad del campo y de las personas, así como "apagaría la sed" del difunto caso de estar cerca de un enterramiento (que no es el caso).

Mercia Eliade (Historia de las creencias y las ideas religiosas vol. 1 Ed.Paidós) dice sobre el megalitismo: "La roca, la losa, el bloque de granito hablan de la duración infinita, de la permanencia, de la incorruptiblidad, de un modo del existir, en definitiva, independiente del devenir temporal. Nos hallamos ante la misma valoración del espacio sagrado en tanto que constituye un "centro del mundo", lugar privilegiado en el que se hace realidad la comunicación con el cielo y con el mundo subterráneo, es decir, con los dioses, las diosas ctónicas y los espíritus de los muertos (...) El contacto con el agua implica siempre regeneración... El agua confiere un 'nuevo nacimiento' por un ritual iniciático; por un ritual mágico, cura; por rituales funerarios, garantiza el renacimiento 'post mortem'. al incorporar en sí todas las virtualidades, el agua se convierte en símbolo de vida ..." (Amador Rebullida, Astronomía y Religión en el Neolítico-Bronce, Ed. Egara 1988).


"Las gotas que caen de lo alto pueden entenderse sin más cual semen virile, como semilla de varón. En dios hindú de la tormenta, Indra, es el "señor del campo" y el "toro de la tierra". Los indios pima de Nuevo México tienen un mito, según el cual la diosa madre en figura de una hermosa mujer fue fecundada por una gota de agua caída de una nube. (...) Adad, el dios babilónico de la tempestad, llevaba los sobrenombres de "intendente de los diques de cielo" y de "señor de la abundancia": cuando retenía la lluvia, aparecían la sequía y el hambre." (El mensaje de los símbolos - Manfred Lurker -Ed. Herder, 1992)


"Entre los aztecas el sacerdote se dirigía a la diosa de las aguas corrientes, de nombre Chalchihuitlicue, con la súplica de que liberase al recién nacido de su impureza: "Pues que está sujeto a tu poder... haz que el agua limpie su mancha y suciedad ... a fin de que viva en este mundo con paz y sabiduría...; por ello se pone a este niño pequeño en tus manos..., pues sólo tú eres digno de poseerlo y de darlo y de lavarle de mal, que trae consigo desde el comienzo primero del mundo". (El mensaje de los símbolos - Manfred Lurker -Ed. Herder, 1992)




Roca sagrada, en medio de un patio al aire libre




Roca sagrada, con dos peldaños de acceso en medio de dos columnas. Seguramente el acceso y las columnas son medievales.



Mircea Eliade, en "Las aguas y el simbolismo acuático" (Tratado de Historia de las religiones, Ciudad de México, Biblioteca Era, 1972) dice que "puesto que las aguas son la matriz universal en la que subsisten todas las virtualidades y prosperan todos los gérmenes, es fácil comprender los mitos y las leyendas que hacen derivar de ellas al género humano o a una raza particular. En la costa sur de Java, se encuentra un segara anakkan, un "mar de los niños". Los indios del Brasil se acuerdan todavía de los tiempos míticos, "cuando se encontraban todavía en el agua". Juan de Torquemada, describiendo las ilustraciones bautismales de los recién nacidos en México, nos conservó algunas de las fórmulas con las cuales se consagraba al niño a la diosa del agua Chalchihuitlicua Chalchiuhtlatonac, considerada como su verdadera madre.


"Antes de sumergirlo en agua, se decía: "Toma esta agua, pues esta diosa es tu madre. Que este baño te lave de los pecados de tus padres..." Después, tocando la boca, el pecho y la cabeza con agua, se añadía: "Recibe, niño, a tu madre, la diosa del agua". (...)


"Todavía en nuestros días, en Cornualles, los niños enfermos son sumergidos tres veces en el pozo de san Mandrón. En Francia el número de ríos y manantiales con propiedades curativas es considerable. Hay también fuentes benéficas sobre el amor.



"(...) La inmersión del crucifijo o de la estatua de la virgen María y de los santos, para conjurar la sequía y obtener la lluvia, se practicaba en el catolicismo desde el siglo XIII y se continúa, a pesar de la resistencia eclesiástica, hasta los siglos XIX y XX."

Este respeto de los constructores medievales por una roca en medio de una sala refuerza la tesis de su sacralidad, pues seguramente la roca aún sería punto de veneración en la época, siguiendo ritos paganos prehistóricos. Es de pura lógica que, según los criterios arquitectónicos más elementales,  se tendría que haber quitado la roca para dejar la sala completamente plana. Si no ha sido así ha tenido que haber una razón de mucho peso. Añadamos que este espacio no tiene nombre ni uso que se conozca.

En la zona hubo una sala llamada ‘la Olivera’, destinada a guardar aceite.




Una de las cazoletas de la roca sagrada, con un nivel energética de 23.000 uB



Tercera planta

Su destino más probable era el de albergar los dormitorios de la servidumbre.




Marcas de cantero


Repartidas por las paredes de las fachadas exteriores y en el interior del castillo.




Cuadro de las marcas de cantero que podemos encontrar en el castillo. 
Fuente: "Manuel Siurana, Guía interpretativa de la iglesia y del castillo de Valderrobres, ed. Centro de Estudios Bajoaragoneses."

Podemos apreciar algunas figuras de muy alto interés: pentágonos invertidos, formas hexagonales, triángulos equiláteros, formas octogonales,  patas de oca, herramientas de construcción (masonería), letras phi, circunferencias...



Pata de oca (?) y Tau



Motivo octogonal (influencia templaria)



Motivo hexagonal: la flor de la vida, señal de la regeneración y la nueva vida



Motivo hexagonal con arcos en medio de una circunferencia que los engloba


Motivo pentagonal hacia abajo.