Las pinturas del castillo de Alcañiz



Pinturas de la planta noble de la Torre del Homenaje



Pinturas de los muros laterales de la Torre del Homenaje

“Las conservadas en el muro meridional, a la derecha de la puerta de ingreso, se organizan en tres registros horizontales interrumpidos por un gran ventanal, cuya apertura llevada a cabo en la reforma de la torre de mediados del siglo XX supuso el arranque y traslado a la casa consistorial de dos fragmentos de este conjunto: la Rueda de la Fortuna y del ‘Trovador’. En la parte superior se representa un campamento calatravo extramuros de una ciudad en la que ondea una bandera de castilla. Esta escena se ha relacionado con la conquista de Villena (Alicante), uno de los grandes éxitos de la Orden de Calatrava, y con la toma de Murcia. En el registro intermedio una comitiva de caballeros abandona una ciudad amurallada. Una interpretación en la actualidad muy cuestionada daba una explicación conjunta para estos dos registros y los asociaba con la estancia de Jaime I en Burgos para asistir a las bodas de su nieto Fernando (hijo de Alfonso X) con Blanca, hija del rey de Francia. En el registro inferior se desarrolla el tema de la Doncella y el Salvaje.(…)


Posible conquista de Villena y Murcia

Posible conquista de Villena y Murcia

“Justo a la izquierda del acceso, en el muro occidental de la estancia, se desarrolla el tema de ‘las doncellas dolientes’: tres mujeres jóvenes que desde una tribuna definida por tres arcos trilobulados observan con gesto de dolor cómo se aleja del castillo un caballero situado ya sobre la propia puerta”.(Folleto explicativo del castillo de Alcañiz) Esta escena se enmarcaría dentro de la literatura trovadoresca y las tradiciones narrativas medievales.


Las Tres Doncellas Dolientes

Particularmente interesante son las figuras del Salvaje y la Doncella. Se trata de una versión medieval de lo que hoy conocemos como la historia de “La Bella y la Bestia”. La tradición católica dice que representa al Hombre embrutecido (la Bestia) por el pecado que representa la Mujer (la Bella). Pero, en realidad, estamos ante una leyenda que, como mínimo, tiene sus orígenes en la Grecia y la Roma de la Antigüedad y que ha recorrido toda Europa desde entonces: es la historia de la joven que consigue humanizar al monstruo, lo que, en definitiva, al colocar a la mujer en el centro de la historia, nos está remitiendo al sistema de creencias de las sociedades matriarcales; el tema de la rosa, que está en el fondo de este relato, tiene claras implicaciones sexuales, pues para griegos y romanos esta flor simbolizaba el placer.

La Bella y la Bestia


Pinturas de los arcos vistas desde el muro meridional de la Torre del Homenaje

“En el primer arco se ven dos cortejos militares que se dirigen hacia el centro donde dos figuras se abrazan. No coinciden las identificaciones o interpretaciones que se han dado por aquellos que han estudiados estas pinturas, ni tan siquiera para los protagonistas del ‘abrazo real’. Esta escena se ha relacionado con el encuentro entre el rey aragonés Jaime I y el rey castellano Alfonso X, tras las tensiones provocadas por la disputa de Navarra a mediados del siglo XIII; con el Tratado de Almizra de 1244; y con el acto de obediencia hacia Jaime I celebrado en Tarazona. La cara sur del segundo arco es el soporte de una gran comitiva o desfile de soldados que únicamente está interrumpida por un escueto árbol situado muy próximo a la clave. En la parte izquierda los caballeros están agrupados en dos registros. En el superior se da una distinción entre dos grupos separados por otro árbol; los que están situados antes de él no están protegidos con gualdrapas y sobrevestes, como lo están los siguientes. Todos encabezados por el rey de Aragón con sus palos de gules.


Escena del encuentro entre Jaime I y Alfonso X

“En el grupo de caballeros del registro inferior del lado izquierdo destacan los que portan el elemento heráldico de los Luna: el cuarto creciente jaquelado con las puntas hacia abajo.” (Folleto explicativo del castillo de Alcañiz)



Pinturas de los arcos vistas desde el muro septentrional de la Torre del Homenaje

“La cara norte del arco más próximo a este muro no presenta decoración de tipo narrativo. Las pinturas imitan sillería policromada en la que se desarrollan motivos geométricos. En la cara norte del siguiente arco, sí que se desarrollan escenas histórico-caballerescas. En concreto dos escenas separadas por una línea vertical desplazada de la clave del arco. A la izquierda se ven los restos de una escena naval, en la que se representa el mar mediante líneas onduladas, un delfín, dos naves y varios soldados. A la derecha, una comitiva de caballeros dirigidos por un abanderado se dirige hacia una ciudad. Por los motivos heráldicos que muestran los soldados se identifican varias familias, como los Luna o los Cornel. Aunque no hay unanimidad, la mayor parte la interpretan como la entrada de Jaime I en Valencia, una vez conquistada la ciudad.” (Folleto explicativo del castillo de Alcañiz). “Sabemos que el rey Jaime I se reúne en año 1232 en Alcañiz con el maestre Yáñez de Novoa, el comendador de Alcañiz Alvaro Fernández, Blasco de Aragón y Hugo de Forcalquer, maestre del Hospital, con la finalidad de planificar la conquista del Reino de Valencia. La capital de Reinos se rinde el 28 de septiembre de 1238 y el 9 de octubre Jaime I entra triunfal en la ciudad.” (Jordi Rovira y otro, Las pinturas murales medievales del castillo calatravo de Alcañiz)


Batalla naval. Están representados unos delfines

Posible batalla de la conquista de Valencia por Jaime I. 

Raquel Esteban (Heraldo de Aragón, 17 marzo 2024) sostiene la tesis de que el abanderado de esta escena es el caudillo musulmán Abu Zeyt, antiguo rey de Valencia, que había sido destronado por sectores musulmanes opositores y se había pasado al bando cristiano. Este es el texto del artículo:

“Porta nada más y nada menos que el pendón real, y este honor no podía recaer en un cualquiera. El alférez, era el cargo de mayor dignidad en la Corona de Aragón, tenía que ser alguien muy cercano al rey por su nobleza. Un personaje principal, apreciado por le monarca, a quien se concede el honor de llevar el estandarte como premio a su lealtad y servicio.
“El abanderado viste unos bombachos de corte musulmán, apoyando con el relato visual la identidad de este personaje. No almogávar, ni paje, ni nada que se le parezca. Nada es gratuito en esta escena. Porque él es Zaidy Abu Zeyt.
“Abu Zeyt era gobernador de Valencia hasta que enero de 1229 fue derrocado por otro gobernante musulmán. Manteniendo distintas fortalezas en el Maestrazgo, tuvo que huir a Segorbe y después a otras localidades del sur de Aragón, apoyando los planes de reconquista de Jaime I para intentar recuperar parte de su poder.
“El hecho es que, desde 1226, distintas reuniones y pactos de Jaime con Zeyt (1229, 1232 y 1236) siguen trazando la estrategia de la toma de Valencia. La ayuda militar y el vasallaje del almohade, así la rendición de una serie de castillos son imprescindibles para esa conquista. Además, el conocimiento de la ciudad por parte del musulmán habría de ser muy importante para la empresa, en la que ambos habían de salir reforzados.
“En 1232, Abu Zeyt se convirtió en secreto al cristianismo con el poco exótico nombre de Vicente Bellís, pero siguió utilizando el título de rey de Valencia hasta que Jaime entró en la ciudad en octubre de 1238, por miedo a que sus tropas desertaran si se enteraban de tal conversión. Esto significa que, cuando acompañó a Jaime durante la conquista de Valencia todavía iba vestido a la moda almohade.”


Escena de guerra

Escena de guerra.

“Especial encanto tiene el calendario o mensario desarrollado en el intradós del arco más próximo al muro septentrional. En él aparecen representadas diversas escenas propias de cada uno de los meses del año". (Folleto explicativo del castillo de Alcañiz). Han desaparecido los  meses de enero y febrero; el resto del año aparece representado de la siguiente manera:

  • - marzo: figura junto al fuego
  • - abril: una joven con lirios en las manos; toda la simbología apunta al resurgir de la primavera (el renacer de la naturaleza, la fecundidad…)
  • - mayo: noble a caballo en escena de caza con halcón
  • - junio: campesino segando
  • - julio: campesino batiendo el grano
  • - agosto: botero
  • - septiembre: campesino vendimiando
  • - octubre: campesino arando
  • - noviembre: matanza del cerdo
  • - diciembre: una pareja en un banquete
Diciembre: una pareja en un banquete

Octubre y noviembre: campesino arando  y matanza del cerdo

Agosto y septiembre: botero y campesino vendimiando

Julio: campesino batiendo el grano

Junio: campesino segando

Abril y mayo: noble a caballo en escena de caza y el resurgir de la Primavera

Marzo: figura junto al fuego (restos)

Los mensarios representan, pues, diversos trabajos y actividades que se realizan a lo largo del año. Son muy comunes en toda la Edad Media. Una característica del mensario de Alcañiz es que está pintado sobre un arco apuntado –en cuya clave está un castillo, que puede ser el propio de Alcañiz-, con lo que facilita la interpretación de un arco ascendente (los 6 primeros meses en que el día se ha hacienda más largo hasta llegar al solsticio de junio) y un arco descendente (los 6 últimos meses del año, en que el día se va acortando hasta llegar al solsticio de diciembre).


Fragmentos trasladados al ayuntamiento

“La Rueda de la Fortuna. Su motivo central es, lógicamente, la gran rueda que gira inexorablemente, entronizando o aplastando al hombre. En el centro, y con el protagonismo que le confiere el tema, se representa a la diosa Fortuna. Alrededor y en clara composición circular se representan cuatro figuras. La de la derecha es un hombre que con gesto alegre y actitud dinámica asciende pletórico de fuerzas con la gran copa de la vida colmada de proyectos e ilusiones. Sobre su cabeza se lee la inscripción REGNABO (reinaré). Es la imagen evidente de la ambición humana. En la parte más alta de la rueda se distingue una figura que en clara actitud de triunfo y majestad nos muestra una copa en cada mano (símbolo del equilibrio entre el pasado y el futuro), junto al que aparece el término latino REGNO (reino). A la izquierda se representa a un hombre en plena caída, intentando en vano asir la copa que ya ha perdido, junto al que puede leerse REGNAVIT (reinó). Y, por último, bajo la rueda aplastada por ella –el Tiempo y el Destino- se representa una figura totalmente derrotada y humillada, junto a la que se lee SUM SINE REGNO (estoy sin reino, carezco de reino). (…)


La Rueda de la Fortuna

“El ‘Trovador’. En el otro fragmento de pintura mural procedente del castillo se representa a un joven músico que, sentado entre las ramas de un árbol, tañe un instrumento de cuerda, posiblemente un laúd.” (Folleto explicativo del castillo de Alcañiz)

El Trobador




Pinturas en paramentos exteriores


“Estas pinturas tienen un especial interés pues, aunque se sabe que en muchas ocasiones la arquitectura medieval se pintaba externamente, son escasos los restos que han llegado hasta nosotros. Se desarrollan fundamentalmente en la fachada del atrio y en el paramento exterior de la planta principal de la Torre del Homenaje. Entre las diversas escenas, que en algún caso únicamente se adivinan, destacan la de las siete damas, situada a la izquierda de la clave del arco.” (Folleto explicativo del castillo de Alcañiz)


Las Siete Damas, en la pared exterior del atrio

Las Siete Damas, detalle