Castillo de Miravet (Tarragona)



El castillo y el solsticio de verano


La ventana del ábside no sigue la vertical de la nave de la iglesia, como sería lo normal, sino que tiene una inclinación a la derecha. De este modo, mientras la nave de la iglesia tiene una orientación equinoccial -en torno a los 90º-, la ventana del ábside tiene una orientación de 115º aproximadamente.

Esto no es por casualidad. La posición de la ventana del ábside está "movida a la derecha" para recoger los rayos del sol en el solsticio de verano hacia el mediodía. Estamos, pues, ante los cultos solares, que tienen su origen en la noche de los tiempos y que han pervivido en todas las culturas; los templarios retomaron el culto al sol porque era patrimonio de todos los sistemas de creencias desde la Prehistoria. Los caballeros del Temple celebrarían el fenómeno del solsticio en el castillo de Miravet -el momento en que el sol está envía su luz con más fuerza y nos ilumina durante más horas al día- con unas ceremonias que desconocemos. El solsticio de verano se ha cristianizado en la fiesta de San Juan.

Momento en que el sol, al mediodía del solsticio de verano, pasa por la ventana del ábside


Por otra parte, la orientación equinoccial de la nave de la iglesia hace que posiblemente la luz entre por el rosetón de la fachada oeste en los equinoccios (21 de marzo y 23 de septiembre) a la puesta del sol. Del mismo modo, nos han comentado en Miravet que  unas 3 horas antes de la puesta del sol del solsticio de verano la luz penetra por el citado rosetón. Los días de solsticio y de equinoccio siempre se han considerado como excepcionalmente favorables.

La nave de la iglesia es la zona de mayor valor energético de todo el castillo, lo que llevó a situar debajo el granero, la bodega y el almacén (donde se guardan los alimentos y las bebidas) y la casa del maestre templario y el dormitorio de los monjes-soldado en el piso superior (el lugar donde el ser humano reside durante más horas al día). Concretamente, el punto más alto está en el centro del ábside, seguramente en el lugar en el que se ubicaba el ara del altar, con un valor de 28.000 uBv (extraordinariamente alto); a partir de ahí, la energía va descendiendo formando una espiral en la que toma el valor de 23.000 uBv en la zona al pie del altar (notablemente alto) y 17.000 uBv al comienzo de la zona del ábside (notablemente alto).

Otro momento del paso del sol en el solsticio de verano