La iglesia de Santa María de Sangüesa (Navarra)





Un poco de Historia


Sangüesa fue la capital de una Merindad muy importante en la Navarra medieval. Las Merindades eran divisiones administrativas propias de los reinos de Castilla y Navarra, creadas a finales del siglo XII; el merino o gobernador representaba al rey en estos territorios y tenía poderes administrativos y judiciales. La Merindad de Sangüesa fue de las más extensas de Navarra, pues comprendía todo el sector noroccidental del Reino, llegando hasta tierras del Ebro por el Sur y al Pirineo por el Norte.

Influyó mucho en el desarrollo de la zona el hecho de que Sangüesa era etapa del Camino de Santiago en la rama que viene de Jaca y Somport, con todo lo que ello conlleva de aportación económica, social y cultural. También hubo en la ciudad presencia templaria, como lo revela la existencia de un “Hospital de los Templarios”. Asimismo, Sangüesa contó con una importante comunidad judía, con su propio hospital.


Santa María de Sangüesa

Sangüesa ocupó una posición estratégica de primer orden por su proximidad a Aragón y su cercanía a dos núcleos de población importantes: Jaca y Sos del Rey Católico. De hecho, era la ciudad encargada de controlar la frontera con el reino vecino. Consolidado el reino de Navarra a la muerte de Alfonso I el Batallador (1073-1134), la ciudad jugó un papel decisivo en los diversos enfrentamientos entre navarros y aragoneses que se produjeron en los siglos medievales. Sangüesa era una ciudad de frontera, y se distinguió porque siempre salió victoriosa frente a los embates con sus vecinos; se le concedió por ello el título de “la que nunca faltó”. En la batalla de Petilla los navarros capturaron con el pendón de Aragón.


En el exterior podemos contemplar algunos canecillos de gran interés


Canecillos del exterior


Canecillos del exterior


Figura de un capitel de una de las ventanas exteriores

Sangüesa se regía por el Fuero de Jaca, concedido en 1090 por Sancho Ramírez a la población de origen francés que residía en la ciudad. En 1122 Alfonso I aplicó también este Fuero al resto de población del “burgo nuevo”. El Fuero de Jaca trataba de facilitar el desarrollo de la ciudad mediante el asentamiento de población provinente de Francia, que llegaba a estas tierras a través del Camino de Santiago; dispensaba a sus habitantes de muchos impuestos habituales en el medievo y concedía relevancia jurídica a artesanos y mercaderes. La importancia de Sangüesa también se muestra en el hecho de que siempre formó parte de las Cortes navarras.

Cuando en el siglo XVI navarra fue anexionada por Castilla, Sangüesa inició un periodo de decadencia que duraría varios siglos. Un último ‘coletazo’ de su antiguo esplendor fue la compra al rey del título de ciudad en 1665 por 6.000 ducados.