Catedral de Jaca


La catedral



La catedral es un edificio románico en su origen, el primer gran templo con el que se encontraban los peregrinos que hacían el Camino de Santiago provinentes del otro lado de los Pirineos.

El comienzo de las obras se data en la segunda mitad del siglo XI, impulsada por Sancho Ramírez, con Jaca como capital del Reino de Aragón, y con García, hermano del monarca, como primer obispo. El enfrentamiento entre los dos hermanos paralizó las obras durante algunos años. Hacia el 1100, siendo rey Alfonso I el Batallador, se reanudaron los trabajos de construcción de la catedral, que terminarían hacia 1139. No obstante, el traslado de la capitalidad a Huesca provocó que algunas partes del edificio no se terminasen.

Después de un pavoroso incendio en el siglo XV que arrasó la techumbre del templo, se hicieron las correspondientes reformas ya en estilos gótico y renacentista, quedando la catedral tal como la podemos contemplar hoy. Algunas familias de mercaderes ricos de Jaca participaron en la financiación de la obra. Se contrataron artistas italianos.

La catedral se comenzó a construir en la segunda mitad del siglo XI, siendo Jaca la capital del Reino de Aragón






La nave

De su pasado románico nos quedan las cubiertas de los ábsides laterales, las bóvedas de cañón y el cimborrio octogonal del crucero, de origen armenio-bizantino. Los arcos de refuerzo recuerdan a las bóvedas califales musulmanas.

Las dimensiones de la nave son 34,2 x 20,1 metros. Se trata de unos valores muy cercanos a la proporción áurea, pues 34,2/20,1 = 1,7.

Plano de la catedral (fuente: contemplalaobra.blogspot.com.es/2012/10/blog-post)



Una dependencia extraña en el primer piso del actual Museo Diocesano: el secretum. La información oficial es que se usó como archivo, pero el bajo nivel energético nos inclina a pensar en un uso como lugar de enterramiento o como cárcel.





Los maestros

Todo indica que aquí trabajaron dos maestros o talleres: el “Maestro de Jaca” y el “Maestro de Doña Sancha”.

EL “Maestro de Jaca” es autor de gran parte de los capiteles tanto del interior como del exterior. Trabajó en la catedral en el siglo XI y era originario de Castilla. También se le conoce como el “Maestro de Frómista-Jaca” o “Maestro de la Orestiada”. Su fuente de inspiración fueron las tallas del sepulcro romano de Husillos (Palencia), especialmente la escena en que Orestes se venga de la muerte de su padre. Es de resaltar, pues, el tratamiento clásico (grecorromano) que hace del cuerpo humano y particularmente de los desnudos. Otra de sus características es la presencia de serpientes en muchas de las escenas que esculpe; la serpiente es un animal sagrado en las culturas antiguas (se le asocia con la Madre Tierra y con la eternidad pues muda de piel cada año y por ello se cree que nunca muere) que el cristianismo demonizó en la historia del Paraíso terrenal.

El “Maestro de Doña Sancha” sería del siglo XII y se le da este nombre por ser el autor del sarcófago de la infanta Sancha de Aragón.

Capitel de clara inspiración clásica, mostrando un especial interés por le desnudo humano




Etapas de la construcción

Las obras comenzaron en la segunda mitad del siglo XI, casi al mismo tiempo que las de la catedral de Santiago de Compostela. Pero se paralizaron al poco debido al enfrentamiento entre el rey y su hermano el obispo de Jaca. El conflicto tenía su origen en las pretensiones del monarca de buscar el apoyo papal para conseguir la consolidación y reconocimiento del nuevo reino a cambio de sustituir el rito mozárabe por el romano. Tanto el obispo García como gran parte del clero se oponían a estos cambios. Entretanto, progresaban los trabajos de construcción en Montearagón (cerca de Huesca), Loarre y San Juan de la Peña.

Las obras se reanudaron con fuerza en tiempos de Alfonso I el Batallador,  terminando la catedral románica en 1139. Pero ahora el foco estaba en Huesca, la nueva capital, con lo que Jaca dejaba de ser el centro del Reino de Aragón.

Jaca y Frómista son los dos templos que superan la influencia lombarda en el románico, característica del primer románico en las tierras catalanas y que había sido hegemónica desde hacía décadas. Estos templos siguieron los criterios del estilo internacional o francés, también conocido como “segundo románico”. 

La morfología de la cabecera y la portada de Jaca sirvieron de inspiración a prácticamente todo el románico español. Originario de Jaca es el llamado “ajedrezado jaqués” o “taqueado jaqués” consistente en “tacos” alternativamente salidos y hundidos que recuerdan los cuadros del tablero de ajedrez; esta figura se repetiría en muchos templos españoles, sobretodo los situados en el Camino de Santiago.

En el siglo XVI se construyeron las bóvedas de las naves laterales (gótico tardío) y la de la nave central y las portadas de algunas capillas. En el siglo XVII el claustro románico fue sustituido por el actual claustro barroco. Nuevas reformas tuvieron lugar a finales del siglo XVIII, construyendo un ábside central derribando el originario ábside románico para disponer de mayor espacio destinado a coro, aunque la excusa fue que las humedades amenazaban el edificio. Las pinturas de este ábside son obra de Manuel de Bayeu, cuñado de Francisco de Goya.
Las obras se paralizaron al poco de su comienzo debido a los enfrentamientos entre el monarca y el clero, porque Roma quería sustituir el rito mozárabe por el romano.




El capitel del sátiro

El llamado capitel del sátiro es una pieza magnífica que durante mucho tiempo estuvo como sostén del altar del ábside sur (colocado en su parte interior, para ocultar a este personaje desnudo a la vista de las gentes) y que hace pocos años se ha trasladado al Museo Diocesano.

Se inspira en el mundo clásico y concretamente en el paganismo dionisíaco (el Dionisos griego equivale al Baco romano). Dioniso es el dios de la vendimia y el vino, que se hace presente en los rituales de éxtasis en los que se entra en estados alterados de conciencia. Sus ritos se conocen como ritos mistéricos (por ejemplo, Eleusis) y dio origen a los “bacanales” romanos.


El "capitel del sátiro" se inspira en el Dionisos griego, deidad de los cultos mistéricos y orgiásticos




El personaje central tiene su mano derecha en la cara, como pensando (la conciencia) y con la mano izquierda se toca el pene, que sale de entre sus piernas (ritos orgiásticos)




Las leyendas. Santa Orosia

Era costumbre que en la procesión de Santa Orosia, el 25 de junio (fecha solsticio, pues el solsticio de verano es el 21 de junio), acudían los enfermos “endemoniados” (en realidad, gentes con problemas mentales) buscando ser curados por un milagro de la santa. El obispo prohibió la presencia de estas gentes en las procesiones en los años posteriores a la Guerra Civil.

Santa Orosia fue martirizada por los musulmanes no muy lejos de Jaca, según cuenta la tradición. A la hora de fomentar el paso de peregrinos por la ciudad de Jaca, a Sancho Ramírez le vino muy bien la leyenda de esta santa local, que prestigiaba el carácter sagrado de estas tierras.

Es la patrona de los “endemoniados” o “espirituados”, pues así se les llamaba por aquí. A las procesiones del 25 de junio acudían enfermos mentales hasta del sur de Francia, tal era la devoción que había por esta santa. Los “espirituados” asistían a la procesión con los dedos atados por cuerdas; cuando se situaban bajo las andas, si lograban romper sus ataduras quería decir que la santa había expulsado a los demonios que poseían a sus cuerpos y que estaban curados. No hay que decir que se vivían escenas de una excitación y un paroxismo impresionantes.


Los "espirituados" en la procesión de Santa Orosia. Fotos de Francisco de las Heras, comienzos del siglo XX